En un mundo en que la superficialidad y la estética se perfilan como los conceptos esenciales a la hora de conocer a alguien, resurge un término que va en contra de ese prototipo establecido, uno en que el físico pasa a un segundo plano y la atracción se mide por la inteligencia y no por el culto al cuerpo.

¿Puede el intelecto ser objeto de deseo? Al parecer sí, y tal corriente tiene nombre: sapiosexualidad. Palabra que hace alusión a aquellos individuos que sienten atracción o excitación erótica hacia personas inteligentes y con conocimientos en diferentes áreas de interés.

Plano en que las conversaciones interesantes y cargadas de raciocinio, el humor selecto y el saber sobre una infinidad de temas de actualidad, son algunos de los factores que prenden la llama de la seducción de los sapiosexuales.

Acá tanto la conquista como la atracción hacia un individuo tiene directa relación con la estimulación de sus mentes, algo normal si se piensa que por sobre la piel, el principal órgano erótico y sexual es el cerebro.

Si nos remontamos a la antigüedad hay que recordar que el filósofo Platón, en el clásico diálogo sobre el amor en “El banquete”, del año 380 A.C, se refiere a este sentimiento como una escala de gradación que parte con la belleza física, para después acercarse hacia las ideas y a la gente que muestra una inteligencia privilegiada.

Tal hecho viene a demostrar que la afinidad por el intelecto ha existido desde siempre y hoy podemos identificar situaciones más cotidianas como por ejemplo, los jóvenes que se sienten atraídos por sus profesores; o personas que buscan para sus relaciones a gente de mayor edad que logren satisfacer esa carencia de conocimiento asociado en su mayoría a la experiencia de vida.

“Hay que indicar que los sapiosexuales son individuos que se excitan a través de la conversación de temas de interés y que huyen de la superficialidad latente en la vida moderna. Inconscientemente, estos seres creen que alguien que los pueda estimular intelectualmente, también les brindará mayor seguridad y estabilidad, por lo que, este tipo de valores son los que formarán parte de sus innegociables a la hora de escoger su próximo compañero de vida”, indicó Francisco Villagrán, psicólogo social especialista en evaluación y diagnóstico.

Antena 3 Films

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Sin embargo, ser sapiosexual no significa que el físico y la personalidad no importen en lo absoluto, solo que son detalles que pasan a un segundo o tercer plano al momento de un encuentro.

Cabe indicar que los hombres y las mujeres tienen cerebros distintos y, mientras el sexo masculino se estimula más con la vista, el femenino necesita de otros factores para incitarse. En este escenario, las mujeres mayoritariamente sienten una potente atracción hacia la inteligencia de los galanes, ya que los encuentran más resolutivos y, por lo tanto, con una mayor capacidad para sobrevivir frente a una situación compleja.

Si bien, antes las mujeres buscaban protección a la hora de embarcarse en un compromiso, ahora eso es diferente, pues debido a su independencia hoy ellas se enfocan en otros estimulantes como la inteligencia y el saber.

¡Excitación verbal!

Otro factor que puede hacer que alguien caiga rendido ante un cerebro tiene directa relación con la inteligencia erótica, es decir: el juego de dos mentes. Acá la conversación se convierte en una distracción sexual, cargada de sorpresas y situaciones inesperadas que impulsan al deseo y misterio de índole lujurioso.

“Esta fascinación generada por la razón puede hacer que el acto carnal sea de mejor calidad, aunque tal atracción podría conllevar algún peligro, especialmente por parte de personas inseguras o con baja autoestima”, aseveró el psicólogo.

Ese tipo de individuos pueden acabar enamorados de aquellos que utilizan el don de la palabra como un método de conquista para jugar con los sentimientos del otro. Acá una persona con baja autoestima tiende a admirar a quienes se muestran inteligentes, cayendo en una relación dependiente, asimétrica y poco sana.

Si todo esto suena familiar, quizás las siguientes situaciones publicadas por el periódico español El Mundo puedan confirmar si eres o no un sapiosexual:

1.- Cuando conoces a alguien te interesan más las temáticas de conversación que aborda, por sobre el look que lleva.

2.- Se reconocen las ganas de besar a alguien más por los conocimientos que salen de su boca, que por tener unos labios sexys y carnosos.

3.-Cuando alguien rompe los prejuicios y cambia la visión de las cosas, resulta imposible esperar para una invitación a salir, por ende, tomar la iniciativa resulta esencial.

4.- Acá una persona impresiona más por sus talentos, conocimientos y educación que por su poder adquisitivo o status social.

5.-No existe ese prejuicio que los “geeks” son personas aburridas, al contrario acá se ven como individuos interesantes y hasta misteriosos.

6.- Una buena conversación con esa persona que atrae siempre termina en el acto sexual, el cual culmina con una buena charla.

THE BIG BANG THEORY

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¿Por qué está en auge esta tendencia?

Tal vez son demasiados los factores externos que influyen en que la sapiosexualidad aumente, hay que destacar que hoy vivimos en una sociedad rica en conocimiento, donde el saber y los estudios se convierten en los protagonistas a la hora de adquirir algo. En este plano, el sentimiento pasa a un segundo lugar y la inteligencia es utilizada como una excelente arma de conquista, que a diferencia de la belleza física, ésta perdura en el tiempo generando admiración por el resto.

Asimismo, hoy en día el sexo está a la vuelta de la esquina, lo cual motiva a las personas a buscar algo diferente y único. Razón por la que actualmente muchos se sienten atraídos por alguien distinto que sobresalga del montón, es ahí que el intelecto resalta por sobre la lujuria pasajera.

Algunos personajes del cine y la televisión preferidos por los sapiosexuales son: Hermione Granger, de la saga Harry Potter; Leonard Hofstadter, de The Big Bang Theory; o Spencer Reid, de Criminal Minds. El objetivo de toparse con alguien con tales características es que con una conversación uno podría aprender muchas cosas nuevas, no limitando la relación solo a las caricias, el sexo o los gustos afines.

Criminal Minds

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