Como una forma de mostrar a sus alumnos lo importante que es estudiar, el profesor de historia puertomontino Carlos Pérez decidió buscar los promedios de notas de las estrellas de “La Roja” para que sus alumnos vieran que no todos eran “porros” y que muchos se esforzaron por terminar su enseñanza escolar. Mientras otros -en palabras del docente- no saben expresarse en forma correcta porque, probablemente, no recibieron la educación adecuada.

“Es algo netamente académico. Una información importante para los colegas, porque hay una problemática que afecta a todos. Muchos alumnos dicen ‘profe para qué estudiar, si ellos juegan a la pelota y tienen sueldos millonarios’. Entonces uno se da cuenta que mientras unos triunfan, otros no saben ni hablar y eso es básicamente por la educación, lo que quiero que sepan mis alumnos”, comentó el profesional al diario La Cuarta.

Fue así como creó una plantilla con los promedios de notas escolares de varios miembros de la Selección Chilena de Fútbol. “Siempre los alumnos me piden certificados o papeles que están en línea y son de información abierta. Y con los jugadores ocupé una web que se llama 24×7, que da los rut de las personas, y el centro de ayuda del Mineduc. En ese lugar te dan los certificados, y yo, en este caso, tomé el último curso aprobado por cada jugador”, indicó el maestro.

Al reunir estos datos, Pérez dijo que le llamó la atención que jugadores como José Fuenzalida, Angelo Henríquez y Matías Fernández “eran muy aplicados y tenían buenas notas” y que otros como José Rojas y Johnny Herrera, “cumplieron con sus cursos siendo jugadores. Otros han convalidado algunos años y hay un grupo que no completó simplemente”, dijo el profesor.

Pérez dijo que otro caso que le sorprendió fue el de Paulo Garcés. “Aparecen tres certificados y uno entiende que hizo desde primero a octavo en un mismo día, en 1999. Debe haber hecho exámenes de validación de estudios de la básica. Comunmente, se da una prueba para pasar de primero a cuarto, otra para quinto y sexto y una final para séptimo y octavo”, expresó.

Sin embargo, el propio Garcés indicó a La Cuarta que él terminó cuarto medio y que “quizás el error es porque yo hice los ramos en la escuela que tenía la Universidad Católica cuando hacía cadetes en el club”, pero lo cierto es que el organismo no los tiene registrados.

La importancia de educarse

Respecto a este tema, la psicóloga y directora ejecutiva de Fundación Portas, Francisca Egaña del Sol, señaló a BioBioChile que muchos jóvenes -especialmente en contextos sociales vulnerables- creen que la educación sólo entrega conocimientos técnicos y que no aporta mucho más a sus vidas.

Sin embargo, ella dice que eso no es así, ya que estudiar también aporta al desarrollo de habilidades complementarias como la perseverancia, la motivación, la voluntad y la responsabilidad, las cuales son fundamentales para alcanzar el éxito personal y académico.

1. ¿Cómo el contexto y la vulnerabilidad social puede llegar a afectar en el rendimiento de los estudiantes?

R: Las personas tenemos una gran diversidad de habilidades y capacidades potenciales, las que si se desarrollan nos permitirán alcanzar las metas que nos proponemos, como por ejemplo tener un mejor rendimiento académico. En esta lógica, el contexto social influye principalmente en si genera o no, oportunidades y espacio para el desarrollo de estas habilidades. Así, los contextos vulnerables afectan a las personas no en sus capacidades, sino en la posibilidad de desarrollarlas.

2. ¿Por qué es importante que los jóvenes de menores recursos terminen la enseñanza media y continúen con estudios superiores?

R: Para los jóvenes que viven en contextos vulnerables la educación superior es una vía de movilidad social y un camino para alcanzar sus sueños, como también podrían serlo el emprendimiento o el deporte. Todos ellos son caminos para sentirse una persona plena en el mundo. Terminar los estudios secundarios es un paso básico en el Chile de hoy, y la posibilidad de seguir estudiando no solo genera posibilidades personales sino que además posibilita que la sociedad en su conjunto avance hacia espacios sociales y culturales más estables y armónicos.

3. ¿Qué necesitan estos jóvenes en específico para poder cambiar sus realidades por medio de estudios superiores?

R: Muchos creen que estudiar en la educación superior implica sólo aprender conocimientos técnicos. En Fundación Portas estamos convencidos que eso no es suficiente, ya que los estudiantes necesitan desarrollar habilidades complementarias, que les permitan desenvolverse en el espacio personal y académico de manera exitosa. Habilidades como la perseverancia, la motivación, la voluntad y la responsabilidad son fundamentales para la permanencia en el corto y largo plazo, y cada una de ellas implica el desarrollo de otras habilidades, como por ejemplo la motivación implica que la persona haga constantemente un proceso de mirarse a sí mismo y conectarse con sus anhelos vitales.

En particular los jóvenes que vienen de contextos vulnerables y son primera generación en estudiar, tienen que desarrollar además otras habilidades que les posibiliten, por ejemplo, adaptarse a un medio social desconocido, transmitir a sus familias y cercanos lo que implica estudiar, cubrir los costos complementarios, entre otras.