Caroline “Tula” Cossey tenía 27 años cuando posó semi-desnuda para la destacada revista Playboy. Un gran paso para la modelo inglesa que desde los clubes nocturnos llegó a ser retratada por los focos de la revista del famoso conejo. Sin embargo, esto provocó que algunos decidieran hablar sobre su antigua identidad, intentando opacar su carrera.

Caroline fue reconocida como un hombre en su nacimiento en 1954 bajo en nombre “Barry”. Pese a lo anterior, la showgirl padecía el síndrome de Klinefelter y nunca se sintió cómoda en el género masculino. Ella siempre prefirió jugar con las ropas de su madre (junto a su hermana y mejor amiga Pam), en vez de realizar labores que, en ese entonces, se consideraban “de hombres”.

Con 17 años, la joven comenzó una terapia hormonal y psicológica gratuita para cambiar de sexo en Reino Unido. Después, cambió su nombre legalmente y se sometió a una cirugía para tener senos.

“Lo vi todo claro cuando conocí a otros transexuales”, confesó.

“Empecé a trabajar como stripper para ganar el suficiente dinero como para pagarme yo sola la operación. Y siempre como mujer”, comentó. “Un hombre rico dijo que un amigo suyo pagaría lo que fuera por ver un cuerpo como el mío. Y no fue el único: me enamoré de un kuwaití millonario con el que me mude a su país. Pero me dijo que si quería continuar la relación, no podía terminar con mi reasignación de sexo. Así que lo dejé”, recuerda.

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A los 20, Caroline ya había trabajado en decenas de clubes nocturnos en Europa y al fin había conseguido el dinero para cambiar físicamente de sexo. Sin embargo, asumió que le costó adaptarse a sus nuevos genitales. “Me llevó mucho tiempo acostumbrarme, me tomé un tiempo antes de la cirugía para plantearme si era lo que realmente quería. Tu género no depende de lo que tienes entre las piernas. Sé que muchos transexuales tienen prisa por deshacerse de unos genitales con los que no están conformes, pero eso no es quienes son”, comentó.

Ya operada y transformada totalmente en una mujer transgénero, siete años después de este cambio, participó como “Chica Bond” en el film For Your Eyes Only de John Glen, aparición que la ayudó a saltar a las páginas de la revista Sun y luego a la famosa Playboy.

Playboy

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El reportaje que intentó destruir su vida

Un año después de posar para la revista de las conejitas, la vida de Caroline dio un giro: News of the World, publicó un reportaje titulando “Una de las Bondgirls ya fue hombre”, revelando que la artista había nacido como niño y sería la primera transexual posando para Playboy.

La publicación llevó a la modelo a intentar suicidarse y caer en una espiral de autodestrucción, según comentó 30 años después en su libro My Story. Peor aún fue enterarse que el medio gastó “una barbaridad de dinero” para enterarse sobre su nacimiento, señaló el diario español ABC.

“Cuando sucedió, sólo quise esconderme. Incluso intenté suicidarme. Me sentía avergonzada, humillada. Fue horrible, hasta que un día simplemente me levanté y pensé que no podía avergonzarme de algo sobre lo que no tenía ningún control”, confesó.

Cuando logró recuperarse de la humillación, a Caroline le ofrecieron papeles vergonzosos para actuar, además de una multitud de bromas sobre su género. Pero la más molesta, fue cuando fue entrevistada por Howard Stern vestido de mujer. “Era lo último que necesitaba. Tenía que mantenerme con la cabeza en su sitio, tenía gente que me quería y no necesitaba convertir mi vida en un circo. Así que paré mi carrera”, lamentó.

https://youtu.be/VxGleK12TuU

Diez años después de posar para Playboy, Caroline publicó su autiobiografía llamada I Am a Woman, en donde contó su enfrentamiento con la Comisión Europea para que reconociera su tercer género. Luego de la publicación, la revista Playboy la llamó para posar nuevamente en un número titulado “La transformación de Tula”.

“Todo había cambiado. Quise hacerlo porque quería demostrar a todos los heterosexuales que leían Playboy que las personas transexuales podemos ser sexys y atractivas, fue mi forma de ayudar a tirar abajo los prejuicios”, sentenció la modelo, quien hoy, a sus 61 años, vive en paz con su género y el cuerpo que siempre anheló.