La bolsa de Shanghai se desplomó un 8,48% este lunes, la mayor caída en más de ocho años, provocando pérdidas en otras bolsas de la región y contrariando los esfuerzos del gobierno para animar a los mercados.

El índice compuesto de Shanghai perdió 345,35 puntos, hasta 3.725,56 puntos, en la que fue su mayor caída en un día desde febrero de 2007.

En la bolsa de Shenzhen, el principal índice cayó 7%. Siguiendo la tendencia, Hong Kong se dejó 3,09%, Tokio 0,95%, y Seúl 0,35%.

“Los inversores no confían en que el mercado vuelva a orientarse rápido al alza”, comentó Jimmy Zuo, corredor en Guosen Securities, citado por Bloomberg.

“La gente quiere embolsarse las ganancias, después de que el índice superara los 4.000 puntos”, añadió.

La Bolsa de Shanghai superó el martes pasado el umbral simbólico de los 4.000 puntos. La corrección comenzó la semana pasada, ya que el viernes, la plaza perdió un 1,29%, después de seis sesiones consecutivas al alza.

En los últimos días, una sucesión de malos indicadores vino a contrariar los esfuerzos del gobierno para relanzar las bolsas del país, que ya sufrieron caídas espectaculares en las últimas semanas.

Las cifras del gobierno publicadas el lunes mostraron una caída de 0,3% de los beneficios de las grandes empresas industriales.

En julio la producción manufacturera se contrajo y alcanzó su nivel más bajo en 15 meses, según un estudio independiente publicado el viernes que confirma las dificultades actuales para relanzar la segunda economía mundial.

En el mismo sentido, el índice PMI preliminar de los directores de compra para China, calculado por la firma financiera Markit, se estableció en 48,2, por debajo del umbral de 50, lo que es sinónimo de contracción.

Una montaña rusa

Hasta mitad de junio, la bolsa de Shanghai había acumulado una subida del 150% en doce meses, una evolución totalmente desconectada de la economía real, ralentizada.

A partir de ese momento, las bolsas de Shanghai y Shenzhen sufrieron una fuerte corrección, perdiendo la primera un 30% en tres semanas. El gobierno reaccionó con una batería de medidas, como una línea de liquidez del banco central para estabilizar las plazas bursátiles, o la prohibición para unos 100 grandes grupos chinos de vender acciones de sus filiales en bolsa.

El paquete surtió efecto temporalmente. Las bolsas volvieron a subir con fuerza en las dos últimas semanas, un movimiento que acaba de terminar ahora con la publicación de malos indicadores.

“El alza de estas dos últimas semanas fue muy fuerte, y el mercado se ha corregido solo”, comentó Zhang Di, analista en Haitong Securities.

“A eso ese añade la preocupación por la forma en que se retirarán las medidas de apoyo del gobierno”, añade el analista, que pronostica no obstante un regreso de la bolsa de Shanghai a los 4.000 puntos.

Este lunes en Shanghai, la caída se ha cebado especialmente con las empresas de correduría. Las firmas Industrial Securities y Dongxing Securities perdieron un 10%, el máximo posible en un día de cotización.

Las empresas especializadas en carreteras también perdieron mucyho, como Hubei Chutian Expressway y Shandong Hi-speed, que perdieron igualmente un 10%.