Turquía prosiguió este domingo su ofensiva militar contra los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en Irak, que respondieron reivindicando un ataque suicida en el que murieron dos soldados, sellando el fin de la tregua en vigor desde 2013.

Como muestra de las fuertes tensiones que agitan a Turquía desde hace una semana, un policía murió a balazos en Estambul durante violentos enfrentamientos con manifestantes de extrema izquierda.

Cazabombarderos F16 turcos volvieron a despegar el domingo por la noche de la base de Diyarbakir (sureste) para una nueva ola de ataques contra posiciones del PKK en las montañas de Kandil, en el extremo norte del territorio iraquí.

“Hacia las 21H00 (18H00 GMT), aviones de combate turcos comenzaron a bombardear algunas de nuestras posiciones al norte de Dohuk y Erbil en el norte”, dijo a la AFP Bakhtiar Dogan, un portavoz de los rebeldes en Irak.

La primera ola de bombardeos la noche del viernes selló el fin del cese el fuego proclamado unilateralmente por el PKK en 2013.

Este brusco aumento de la tensión entre el gobierno islamoconservador turco y los rebeldes kurdos de Turquía coincide con la decisión de Ankara de atacar a los yihadistas del Estado Islámico (EI), golpeando sus posiciones en territorio sirio.

La OTAN se reunirá el martes en Bruselas para discutir sobre la situación en Turquía, a pedido de este país.