Eritrea pidió este sábado a la ONU una investigación sobre el tráfico “abyecto” de seres humanos hacia Europa, un éxodo atribuido generalmente a las violaciones masivas de los derechos humanos en el país.

Los eritreos son, junto con los sirios, el segundo grupo más importante de refugiados que arriesgan la vida cruzando el Mediterráneo en un intento por llegar a Europa.

Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), más de 150.000 migrantes llegaron a Europa por mar en lo que va de año. Estos viajes peligrosos ya se cobraron la vida de más de 1.900 personas.

“El gobierno de Eritrea pide al Consejo de Seguridad -aunque algunos de sus miembros son cómplices de estos crímenes- que investigue este problema y se asegure de que se haga justicia”, señala un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores eritreo.

“Las muertes, privaciones y perspectivas de futuro arruinadas para las víctimas de este tráfico de seres humanos son demasiado abyectas para que se den detalles”, añade. “Este crimen organizado tomó dimensiones que trascienden los contornos de una empresa mafiosa”, según Asmara.

El gobierno, que en el pasado ha acusado a la CIA y a organizaciones de defensa de los derechos humanos de haber provocado este éxodo, asegura disponer de “pruebas irrefutables” de este tráfico y dice estar dispuesto a revelarlas “una vez se inicie un proceso creíble” en la ONU.

En un informe de 500 páginas, la ONU denunció en junio las violaciones “sistemáticas y a gran escala” de los derechos humanos por parte de Eritrea.