Familiares de víctimas de la dictadura en Concepción pidieron a los involucrados en violaciones de derechos humanos seguir el ejemplo del testigo que rompió el pacto de silencio en el caso Quemados. Aseguran que en muchos casos, no obstante estar procesados, ex uniformados insisten en negar los hechos y no revelar la verdad.

No se hicieron esperar las reacciones a la decisión de un ex miembro del Ejército de revelar a la justicia los detalles del ataque a Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas de Negri el año 1986, cuando fueron quemados por una patrulla militar.

La presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos de Concepción, Elizabeth Velásquez, espera que lo ocurrido en Santiago se repita en las causas que investiga el ministro Carlos Aldana, apelando a la conciencia y a la edad de los involucrados en delitos de lesa humanidad.

Velásquez dijo que en muchos de los procesos a nivel local se mantiene también un pacto de silencio, como ocurre en el caso de José Randolph, donde los dos carabineros en retiro acusados del homicidio insisten en su inocencia.

Así lo sostuvo la hermana de la víctima, Catina Randolph.

En la misma línea de la Agrupación de Detenidos Desaparecidos, Catina Randolph pidió a los uniformados (r) imputados en el crimen de su hermano decir la verdad.

La principal barrera en las investigaciones asumidas hace 10 años por el ministro Aldana, han señalado las víctimas, ha sido justamente el pacto de silencio entre los violadores de derechos humanos.