La venta de viviendas en el Gran Santiago registró un incremento anual del 18,8 por ciento, durante el segundo trimestre de este año, debido a factores estructurales y elementos puntuales, como la aplicación de la reforma tributaria.

Este resultado es el más positivo desde que existen registros de venta de viviendas en el Gran Santiago. En este segundo trimestre, se comercializaron 8 mil 500 departamentos y 2 mil 600 casas, casi mil 800 unidades más que en igual período de 2014, lo que representa una variación de 18,8% anual.

La venta en edificios aumentó un 25,8%, mientras que la transacción de casas registró un alza marginal de 0,8 puntos, según reveló el Informe de Actividad elaborado por la Cámara Chilena de la Construcción.

El incremento de las ventas es el más importante de los últimos 10 años y pese al bajo crecimiento superó ampliamente las expectativas del sector, según lo reconoció el gerente de estudios de la Cámara, Javier Hurtado.

El experto sostuvo que el resultado se explica, principalmente, por la escasez de lugares físicos para construir y por la entrada en vigencia del cobro del IVA a la venta de inmuebles, a contar de 2016, lo que anticipó decisiones de compra.

Durante el trimestre abril-junio, el precio promedio de las viviendas aumentó un 8,7% anual. Para los próximos años, las ventas crecerían a un ritmo menor, pero los valores de casas y departamentos no bajarían, según proyectó Javier Hurtado, sobre la base de un escenario económico poco alentador.

Este panorama es, también, una preocupación para el comercio. Una encuesta de la Cámara de Santiago reveló que las reformas del Gobierno, con un 21,5 por ciento; y el tipo de cambio, con 18,2, encabezan las tensiones corporativas.

Estas inquietudes, explicó el gerente de estudios de la Cámara de Comercio de Santiago, George Lever, se traducen en menor consumo e inversión.

La gerenta de estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Bernardita Silva, complementó la información de Santiago y anticipó un crecimiento cercano al 1,4 por ciento en el primer semestre del año, que podría mejorar en el segundo.

El nivel de demanda, la competencia, la incertidumbre económica, los mayores costos y la incertidumbre política completan el cuadro de tensiones para el sector comercio.