Cuando faltan seis meses para las elecciones primarias que arrojarán a los candidatos presidenciales de los partidos, el número de aspirantes a la investidura republicana batió un récord con la presentación del décimosexto postulante: el gobernador de Ohio, John Kasich.

“Estoy aquí para pedir vuestras oraciones, vuestro apoyo, vuestros esfuerzos, ya que decidí ser candidato a la presidencia de Estados Unidos”, declaró John Kasich, de 63 años, en un discurso en Columbus, Ohio.

Al igual que su rival Jeb Bush en Florida, Kasich quiere que su estado sea una vitrina, y se presentas como el campeón de la ortodoxia presupuestaria (supresión del déficit, reducción de impuestos, etc.).

Pero su mensaje se dirige a los votantes que se sitúan fuera de la base tradicional del Partido Republicano, es decir trabajadores informales y minorías. “Muchas personas en Estados Unidos no están hoy seguras de que el sueño americano sea posible, que el sueño americano esté vivo”, dijo, e hizo referencia a los trabajadores que no ganan los suficiente como pagarse los medicamentos.

“Si uno forma parte de una minoría, como los afroestadounidenses, se preguntará no solo si el sistema no funciona, sino si funciona en contra suyo”, afirmó John Kasich. La lista de candidatos para las primarias republicanas cuenta ahora con no menos de cuatro senadores, cuatro gobernadores, un exsenador, una expresidenta de empresa, un neurocirujano retirado y el magnate inmobiliario Donald Trump, quien pasó a encabezar los sondeos.

John Kasich tuvo una banca en la Cámara de Representes (1983-2001), en la que presidió la comisión de Presupuesto, y en las primarias de 2000 lanzó brevemente su candidatura, pero luego se unió a George W. Bush.

Poco conocido a nivel nacional y con una intención de voto ínfima en los sondeos, es sin embargo muy respetado en la clase política porque es muy popular en su estado al margen de la base republicana y fue reelecto en noviembre con el 64% de los votos.