El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), Carlos Chávez, tesorero de la Conmebol, consideró este sábado que su detención en el marco de una investigación judicial por corrupción es “un golpe de estado flagrante a la institucionalidad del fútbol”.

Chávez fue aprehendido el viernes por orden del Ministerio Público “por presunta corrupción en el manejo de recursos que ingresaron a nombre del país”, según la imputación.

Luego de pasar una noche en celdas policiales, Chávez consideró que “es evidente que aquí hay un golpe de estado flagrante a la institucionalidad del fútbol, violentando todo, obviamente lo referente a las normas de FIFA y Conmebol”, dijo al diario La Razón.

El Fiscal General, Ramiro Guerrero, entregó un comunicado en Sucre (sureste), donde Chávez guarda detención preventiva hasta ser puesto ante un juez cautelar, señalando los tipos penales de los que se les acusa.

Chávez está sindicado de: “organización criminal, legitimación de ganancias ilícitas, uso indebido de influencias, beneficios en razón del cargo, delitos tributarios y estafa con la agravante de víctimas múltiples”, según Guerrero.

El abogado del dirigente deportivo, Jaime Tapia, denunció que “el Ministerio Público tenía una orden de aprehensión bajo el brazo, la defensa de Chávez fue insulsa porque el Ministerio tenía dispuesto todo esto desde antes”.

Guerrero alegó que “es un trabajo que ha desarrollado la comisión de fiscales y que va a continuar desarrollando, para llegar a la verdad histórica y material de los hechos”. Dijo que unas 40 personas fueron citadas por la Fiscalía con fines investigativos.

El secretario ejecutivo de la FBF, Alberto Lozada, que también fue arrestado por orden judicial, señaló que el proceso “es parte de una tramoya” contra la dirigencia y anunció que personeros de la FIFA y Conmebol vendrán en su ayuda.

El fiscal Iván Montellano basó su decisión en una denuncia de “estafa agravada con víctimas múltiples”, interpuesta por el dirigente de Bolívar, Wálter Zuleta, en junio pasado, por la cual Chávez se apropió de dineros de la recaudación de un partido Brasil-Bolivia jugado en 2013.

Supuestamente parte de ese dinero iba a beneficiar a familiares de un niño muerto en la tribuna por una bengala en el partido por Copa Libertadores entre San José y Corinthians. A causa de ello varios ‘torcedores’ brasileños permanecieron presos en Bolivia.

A raíz del escándalo desatado en mayo por corrupción en algunos niveles de la FIFA, las investigaciones arrojaron que al menos 7,5 millones de dólares habrían sido destinados a la FBF.