Algunos dicen que el tiempo lo cura todo, otros afirman que dar vuelta la página es algo que no requiere mayor meditación, mientras que un gran número prefiere disfrutar la vida y no sufrir por amores pasados. Quieran o no, todos han tenido un ex que los ha marcado en alguna oportunidad y tras una ruptura, ha ocupado parte de sus pensamientos.

Es así como los ex romances muchísimas veces revolotean por nuestra cabeza, y pese a haber transcurrido un periodo extenso del fin de aquella relación, de vez en cuando este fantasma se asoma de forma inconsciente a nuestros los pensamientos; recuerdos que para bien o para mal componen nuestras reflexiones.

Pero ¿cuáles son las principales razones por las que uno se acuerda de su ex? “Hay autores que indican que ‘amar es aceptar la posibilidad de la pérdida’, la idea implícita tras esta frase es que así como nacemos y morimos, nuestras relaciones de pareja se inician y en algún momento se terminan, pues se fundamentan en la libertad individual”, sostuvo Andrés Córdova, Psicólogo Clínico y Experto en Terapias de Pareja.

Si bien, muchos podríamos aspirar a que los compromisos duren para siempre, existen factores que pueden acabar con tal deseo, dando paso a la ruptura de aquel proyecto de vida que contemplaba a dos personas diferentes.

Compromisos que en su mayoría se componen de visiones múltiples; razón por la que cuando hay un quiebre, la decisión tomada por uno de los dos es recibida de forma completamente distinta por el otro (desde la aceptación, hasta el dolor más profundo). Visto desde esa perspectiva, la vivencia del recuerdo de una ex-pareja puede ser diferente para el que tomó la medida como para quien se resignó a la separación.

“Desde ese punto de vista, existen múltiples situaciones que nos pueden hacer recordar a una ex-pareja, las cuales van desde elementos cotidianos, como recuerdos cargados de nostalgia por los distintos momentos y vivencias compartidas; hasta experiencias que tienen relación con aspectos no resueltos del compromiso”, indicó el profesional.

Tales situaciones se apoderan de nuestra mente y nos llevan a meditar en circunstancias imaginarias tales como: pensar qué hubiese pasado si tal decisión no existiera; alucinar con fantasías en donde volver con el ex se torna como algo normal o generar la instancia para clarificar qué factores llevaron al quiebre de la relación.

¿Qué tipo de factores contribuyen a que algunas personas no logren olvidar tales recuerdos?

Primero

Que debido a situaciones puntuales aún no se consiga superar el quiebre y el dolor que esa ruptura generó. Por lo tanto, el recuerdo de la ex-pareja estaría cargado de emociones negativas asociadas al dolor y la rabia por lo ocurrido. Relacionado con ello, están las preguntas sin responder que buscan todos quienes han terminado un romance.

Segundo

Están quienes se acuerdan de su ex pareja porque hay elementos cotidianos que evocan esos recuerdos, los cuales son: determinados lugares que frecuentaban juntos, el hogar que compartían, ciertos olores característicos, amigos en común, comidas determinadas, etc. Aquí el pensamiento está más bien cargado de aquella nostalgia que emerge de la experiencia vivida, donde se piensa que todo lo que se construyó se desvaneció debido a circunstancias que solo los involucrados conocen.

Tercero

Se encuentran aquellas personas que pese a estar en una relación actual, aún cargan con experiencias pasadas de algún ex compromiso. En muchas ocasiones el nuevo novio tiene similitudes con la pareja anterior, o diferencias muy profundas que provocan constantes comparaciones.

Por eso, al no haber claridad con los sentimientos, la actual relación se tornará frágil y de una u otra forma se auto-convencerá que este amor es la única forma que se tiene para superar el pasado quiebre.

Frente a dichas situaciones existen intentos fallidos carentes de buenos resultados, como por ejemplo: evadir ciertos sentimientos y no hacerse cargo de lo que se está experimentando.

“Eludir tales situaciones muchas veces nos lleva a auto-convencernos de que es algo que está superado y no nos daña, sin embargo, cualquier situación nos vuelve a conectar con esa experiencia y repercute en nuestro actuar diario; por lo que, es imposible ver la relación pasada como un aprendizaje en cosas del amor, la cual dé paso a nuevas experiencias sentimentales”, destacó el Psicólogo.

HBO

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Para que tales pensamientos no nos perjudiquen de manera constante, es útil recordar las etapas del duelo que han sido clásicamente estudiadas y que si bien se inician con la experiencia de la muerte de un ser querido, también se extienden para comprender diversos episodios de pérdida, incluyendo las separaciones amorosas.

Esta propuesta fue realizada por Elizabeth Kübler Ross, psiquiatra y escritora suizo-estadounidense, quien en sus diferentes escritos señala el significado de una serie de conceptos que están presentes en nosotros cuando terminamos un noviazgo.

- Negación: creer o vivir como si tal situación de ruptura no haya sucedido o simplemente no esté ocurriendo

- Ira: se traduce a la rabia enfocada en aquella experiencia de dolor

- Negociación: negociar con Dios o con la vida para que esto se pueda superar, y una vez superado no se vuelva a caer en lo mismo nuevamente.

- Depresión: tristeza, angustia y dolor ocasionado por el término de tal compromiso.

- Aceptación: darle sentido a aquella experiencia pasada y no verla como una relación de carácter negativa.

Teniendo eso en cuenta, las personas que han terminado un compromiso podrían transitar por algunas o todas aquellas etapas, pero no necesariamente de manera lineal. Asimismo, el 100 por ciento nunca llegaría a la aceptación, entendiéndose como el método para encontrarle sentido a lo vivido.

Debido a ello, quizás algunos simplemente tendrán que aprender a convivir con esa experiencia y cargar con ello por toda su vida, buscando la forma que tales episodios que de vez en cuando revolotean por su cabeza les incomode lo menos posible.

En los quiebres de pareja, donde existen hijos y amigos importantes que los unen, pudiera experimentarse lo que Pauline Boss, psicóloga y escritora, cataloga como “la pérdida ambigua”; noviazgos de carácter intangible donde existen personas que ante una situación de separación, mantienen una especie de herida abierta que es imposible cerrar.

En ese ámbito, lo más útil es comprender la experiencia que se está viviendo y que hay que avanzar hacia un cierre, el cual va ser distinto de acuerdo al hábito particular que cada uno posea.

Sugerencias para no quedarse pegado en un pensamiento

Por eso, el especialista sugiere que se deben ver este tipo de experiencias como un método de generar cambios que nos ayuden a establecer nuevas formas de relación. Quizás, en algunos casos sea necesario entender qué llevó a la ruptura para así evitar que tales comportamientos no se instalen en nuevas relaciones, evitando un futuro fracaso.

Del mismo modo, es vital descubrir nuestras fortalezas y potenciarlas con otro tipo de actividades, tales como: proyectos a desarrollar que nos permitan descubrir aspectos que quizás hemos descuidado; fortalecer la red que nos contiene, así como también mantener el contacto con quienes siempre han estado con nosotros.

Todo con el objetivo que cuando un ex se apodere de nuestros pensamientos, sepamos que es solo eso, una reflexión que para bien o para mal siempre estará ahí.