La directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo el viernes que un alivio de la deuda griega es indispensable para que el plan de ayuda europeo a ese país sea viable y explicó que esto condicionaría la participación de su institución en el rescate.

“La respuesta es bastante categórica: ‘no’”, respondió Lagarde interrogada sobre la viabilidad del plan acordado el lunes en Bruselas sin una reestructuración de la deuda helena.

“Es la razón por la que los socios europeos admitieron el alivio de la deuda” en el acuerdo del lunes, precisó a la radio francesa Europe 1, insistiendo en que ese principio está “establecido”, aunque no “la cantidad ni las modalidades”.

La directora general del FMI condicionó la participación de su institución en el plan de rescate a que se produzca ese alivio. “Para que participemos es necesario un programa completo y desde nuestro punto de vista”, esto significa que Grecia debe reformarse y disciplinarse, pero además los acreedores deben reestructurar la deuda.

En cuanto a las modalidades, Lagarde excluyó transferencias presupuestarias y reducciones de la deuda, decantándose por “el otro procedimiento” que “consiste en prolongar considerablemente los vencimientos, alargar igualmente el periodo de gracia – periodo en el que no se efectúa ningún reembolso- y reducir los intereses al mínimo” para “que la deuda sea sostenible”.

El parlamento griego adoptó el jueves una serie de duras reformas exigidas por sus acreedores como condición previa para un nuevo plan de ayuda, estimado en un importe entre 82.000 y 86.000 millones de euros en tres años.

Por otro lado, Lagarde consideró que la reapertura el próximo lunes de los bancos griegos, cerrados desde el 29 de junio, era “bastante probable”, y afirmo que su cierre había sido “absolutamente necesario” para evitar una fuga de capitales que habría sido “desastrosa” para los ahorradores y para el conjunto del sistema bancario.