El ministro del Interior, Jorge Burgos, confirmó que el Gobierno no tiene contemplado que en la actual administración se finalice el proceso constituyente que contempla la redacción en democracia de una carta fundamental.

“Eso es más difícil”, reconoció el secretario de Estado al ser consultado por Tomás Mosciatti en AhoraNoticias respecto a la concreción del documento bajo la gestión de Michelle Bachelet.

Lo que sí habrá durante la conducción de la presidenta, aclaró, es “proceso de discusión” y “proceso búsqueda de acuerdos” en torno a la nueva Constitución Política, que busca desplazar a la de 1981 durante la dictadura militar.

Burgos, asimismo, admitió que comparte la responsabilidad por la designación de Nelson Bustos como nuevo intendente de Los Lagos, quien declinó asumir en el cargo a raíz de los cuestionamientos por antecedentes de violencia intrafamiliar y sus vínculos con Celulosa Arauco.

“En rigor jurídico [Bustos] no asumió, no es una mitigación, es un intento de atenuación del error que asumo de mi parte. No asumió porque el decreto no se envió al trámite”, afirmó el jefe del gabinete de Bachelet.

El caso rememoró la renuncia de Jorge Insunza a la Secretaría General de la Presidencia a 21 días de su nombramiento, criticado por las asesorías que prestó a mineras mientras se desempeñaba con diputado.

Sobre estos errores, el ministro señaló que “no es fácil” efectuar este tipo de nombramientos, ya que “por fortuna no tenemos ni la CNI, ni la KGB, ni la Stassi” para indagar en la vida privada de las personas que estén contempladas para integrarse al Gobierno.

Eso sí, aseguró que no preguntó a Bustos sus antecedentes judiciales. “Voy a tener que cambiar”, agregó, ya que “no me sale muy natural preguntarle a una persona si ha tenido problemas de violencia intrafamiliar”.

En cuanto a la repriorización de reformas de Michelle Bachelet y las críticas que han surgido desde algunos sectores políticos para mantener la integridad del programa, principalmente desde el Partido Comunista, Jorge Burgos aclaró que “lo que hemos dicho es que vamos a tener que ir a un ritmo más lento” y ello no significa renunciar a los lineamientos del programa.

Sobre ello, el ministro estimó que “a lo mejor no se alcanza” en estos cuatro años implementar las reformas, “pero vamos a avanzar en esa línea, donde nuestras posibilidades económicas lo permitan”.