Perú renovó el jueves por 60 días la autorización a las fuerzas armadas para patrullar y combatir a bandas del narcotráfico y de la guerrilla de Sendero Luminoso en una importante zona cocalera del país, declarada en emergencia por motivos de seguridad desde 2011.

La medida publicada en la gaceta oficial precisa que la zona afectada es el distrito de Echarate, provincia La Convención, región Cusco, debido “al propósito de asegurar la paz y el orden interno en esa zona”.

El decreto supremo, firmado por el presidente Ollanta Humala, un excomandante del ejército que combatió a las guerrillas en la década de 1990, precisa que la medida suspende derechos ciudadanos “como la libertad y seguridad personales, inviolabilidad de domicilio, y la libertad de reunión y de tránsito”.

El estado de emergencia, vigente desde el inicio del gobierno de Humala en julio 2011 y que debe renovarse cada dos meses tras una evaluación de la situación, “dispone que las fuerzas armadas asuman el control del orden interno, mientras que la policía contribuirá al logro del objetivo propuesto”.

La Convención es el segundo mayor valle cocalero de Perú, donde campesinos cultivaron 10.342 hectáreas de hojas de coca en 2014 -cuya producción compran narcotraficantes para elaborar cocaína-, según el último reporte de la Oficina contra las drogas y el delito de la ONU.

Según el informe de la ONU, divulgado el miércoles, Perú redujo en 14% interanual sus cultivos de hoja de coca en 2014, de 49.800 a 42.900 hectáreas.

En lo que va del año el gobierno construyó 12 bases para luchar contra Sendero Luminoso en la zona de Vraem (acrónimo de ríos Apurímac, Ene y Mantaro), el mayor valle de coca ilegal con 18.845 hectáreas.

Según el gobierno, Sendero Luminoso se mantiene vigente debido a una alianza con grupos de narcotraficantes a los que cobrarían cupos para protegerlos durante el traslado de cargamentos de coca.

Sendero Luminoso, de origen maoísta, está desarticulado desde mediados de la década de 1990 y sus principales líderes están presos, pero aun subsisten columnas remanentes en esos valles.

El conflicto interno desatado por Sendero Luminoso dejó entre 1980 y el 2000 más de 69.000 muertos, según una Comisión de la Verdad y Reconciliación.