El aumento de la obesidad en Chile en los últimos años ha tenido un aumento preocupante, un 40% más en comparación a 1995. Esto significa que de cada 10 chilenos 4 presentan esta condición y unas de las razones de este patrón sería las grandes ingestas de alimentos.

Esta estadística se vio reflejado en el docurreality realizado el año pasado, llamado Cómo Come Chile, programa que mostraba la realidad alimenticia de 4 familias chilenas y cómo estás contribuían a su bienestar.

Los datos fueron respaldados por Fundación Chile y GfK Adimark, donde apunta a una de tantas razones, a que la obesidad en Chile es por un problema de la cantidad de comida al momento de alimentarse, en no saber parar cuando se está satisfecho al estar “lleno”.

Según Pamelas Reyes, Nutricionista, el ser humano está condicionado para quedar satisfecho con porciones pequeñas, sólo que desde pequeños se nos inculca “a comer todo y no dejar nada en el plato, lo cual no está bien, ya que no aprendemos a escuchar las señales de saciedad del cuerpo”, comentó.

Finalmente agrega, “comer en un plato con mucha cantidad de comida y terminarlo a pesar de que estamos satisfecho, es solo comer literalmente hasta llenarse, lo cual es pésimo ya que agrandamos nuestro estómago”, puntualizó.
En relación a lo anterior, para el Chef, Carlos Von Muhlenbrock, también existe una preocupación de la cantidad de comida en los platos, pero más enfocada en los niños.

“Se acostumbra a servir la misma ración para niños y adultos, claramente con la intención de hacer un bien, pero no es así. Los hijos deben acostumbrarse a comer acorde a su edad, con el tamaño debido desde infante”, aseguró el profesional.
Con esto, se espera que los niños tengan el hábito de comer la cantidad correcta desde chicos y así no presentarán un mal hábito alimenticio desde pequeños.

Considerando esto último, Fundación Chile con Gfk Adimark, nos recuerdan que en Chile, el 25,1% de la población mayor de 15 años presenta obesidad (4 millones de chilenos), y un 39,3% tiene sobrepeso.

Lo saludable, ya sea para el bienestar de los niños como de los adultos, es comer en cantidades recomendadas, que alivien el hambre y aporte las energías suficiente para combatir el día, no quedar adolorido de lo “lleno”.

Para conocer bien las medidas de los alimentos que deben ingerir los más pequeños del hogar, es necesario asesorar por una especialista e indique la medida exacta para ellos. Con esto, se entregará una educación alimenticia tanto para padres e hijos.