El trabajo, trámites, reuniones, tacos y el sistema de transporte de nuestro país, ha llevado que los chilenos posean cada vez un tiempo más limitado, sobre todo y lo más importante en compartir con nuestras familia y en los minutos que le dedicamos a la alimentación, lo cual ha causado un desgaste físico y emocional en todo sentido.

Quizás, son muchos los papás y mamás que llegan a sus hogares cuando ya sus hijos han tomado once o ya están cenando, lo cual lleva a compartir muy poco tiempo con ellos, en situaciones tan agradable como es cenar en familia.

“Cuando vemos esta realidad y una persona no comparte lo suficiente con su familia, los integrantes pasan hacer unos desconocidos. Los colegas de oficina o los amigos en after office, pasan a ocupar ese papel, ya que hay más comunicación”, aseguró el Psicólogo, Benjamín Podletch, quien fue unos de los especialistas participantes del docurreality, Cómo Come Chile.

“Comer no es un trámite”

El profesional, agregó lo importante de combatir el estrés, “quizás no se puede borrar todo lo negativo de la rutina, pero si algunas cosas, como usar una bici, el ejercicio ayuda al estrés, comer con un tiempo y relajo adecuado, que la alimentación no se vea como un trámite y respetar los horarios de trabajo; un hora más en la oficina es una hora de carga más para el organismo”, aseguro.

El estrés, puede lograr una consecuencia negativa, que sería la ansiedad, la cual oculta una angustia, según nos comentó Podletch. “Ese patrón lo saciamos con más cigarros y más comida”.

Para Pamela Reyes, nutricionista, el tiempo mínimo de comer es 20 minutos, de manera pausada, “masticar bien los alimentos, disfrutar sus sabores. De esta forma quedaremos satisfecho con menos porción y engordaremos menos”.
Si una persona, que desea comer en menos de 10 minutos, “su cerebro no alcanza a mandar una señal al cuerpo en decirle que está satisfecho y por ende, se comerá lo lleno del plato y de seguro quedará con hambre, ya que la señal cognitiva tarda 20 minutos”, agregó Reyes.

Finalmente, el Podletch asegura que si se posee un estilo de vida relajado, donde también lo ocupemos en los horarios de alimentación, “evitaremos la obesidad, ya que no existirá una ansiedad”