Bolivia reforzó las medidas de seguridad en sus fronteras y aeropuertos para evitar un eventual ingreso del narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán, luego de que en marzo pasado un ex general de la policía local fuera detenido por presuntos vínculos con el capo mexicano.

“Estamos tomando todas las previsiones correspondientes, estamos adoptando medidas de seguridad en las fronteras de Bolivia y de esta manera evitar que pueda llegar al país”, afirmó este miércoles el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres, principal responsable político en la lucha antidrogas.

Cáceres precisó que “se ha reforzado” el control policial, para detectar una probable presencia del narcotraficante mexicano, quien se fugó el pasado fin de semana de un penal de máxima seguridad en su país, desencadenando una movilización militar y policial para dar con su paradero.

Bolivia -acotó Cáceres- también recibió información del Ministerio Público de México, vía cancillerías, sobre Guzmán, aunque no entregó detalles. “La información la tiene procesada inteligencia de la (policial) Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico”, agregó.

La actividad del clan de “El Chapo” Guzmán en Bolivia fue revelada en marzo de este año, por el entonces ministro boliviano de Interior, Hugo Moldiz, tras la detención del ex comandante de la Policía, Oscar Nina, bajo cargos de legitimación de ganancias ilícitas.

Un hijo del narcotraficante mexicano se accidentó en octubre de 2009, cuando tomaba cursos para piloto civil, en la ciudad boliviana de Santa Cruz. Esto llamó la atención de las autoridades, que también contaban con testimonios de otros traficantes, como del brasileño Maximiliano Dorado y del boliviano Julio Navía.

El incidente y las versiones de los dos narcos fueron la punta del ovillo que permitió establecer los vínculos del ex general Nina con las actividades de traficantes de droga y presumiblemente con el cártel de “El Chapo”.

Bolivia figura, junto a Perú y Colombia, entre los principales países productores de hoja de coca y cocaína del mundo, según datos de las Naciones Unidas.

México es el punto de paso de la droga de la región hacia Estados Unidos.