En su reunión mensual de política monetaria, el Consejo del Banco Central de Chile acordó mantener la tasa de interés de política monetaria en 3% anual.

Según lo informado por el ente emisor, en la decisión pesó la volatilidad de los mercados financieros, asociada a los eventos en Grecia y China. En este contexto, luego de mostrar una caída importante durante el mes, el precio de los activos de mayor riesgo tuvo una recuperación relevante en los últimos días. Además, el dólar se apreció a nivel global y los precios de las materias primas, en particular el cobre y el petróleo, descendieron.

En lo interno, el IPC de junio fue superior a lo proyectado y su variación anual volvió a ubicarse por sobre 4%. A un año plazo, las expectativas de mercado aumentaron, aunque a dos años permanecen sin cambios.

Por su parte, la actividad y la demanda se han mostrado más débiles que lo contemplado en el escenario base del IPoM y las expectativas privadas de crecimiento han bajado para este año y el próximo. Los indicadores de confianza no se han recuperado.

En el mercado laboral, el ritmo de creación de empleos sigue acotado y los salarios nominales se han desacelerado. A su vez, el peso se ha depreciado.

El consejo reafirmó su “compromiso de conducir la política monetaria con flexibilidad, de manera que la inflación proyectada se ubique en 3% en el horizonte de política. Cambios futuros en la TPM dependerán de las implicancias de las condiciones macroeconómicas internas y externas sobre las perspectivas inflacionarias”.