En 2012, Robert Pattinson y Kristen Stewart eran una de las parejas más queridas por las adolescentes fanáticas de Crepúsculo. Estas mismas niñas, sin embargo, se desilusionaron cuando comenzaron a circular unas polémicas fotografías de Stewart junto a Rupert Sanders, director de su película “Blancanieves y el cazador”.

En las imágenes, que dieron la vuelta al mundo, se ve a la pareja cercana y en actitudes muy cariñosas, pero lo que en realidad despertó la polémica, fue que Sanders era casado y tenía dos hijos. Por supuesto, esta situación acabó con todas las relaciones involucradas (Stewart- Pattinson, Stewart-Sanders, Sanders-Liberty Rose).

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Durante meses Stewart fue portada de cientos de revistas de espectáculos y su vida fue puesta en tela de juicio de manera brutal.

Casi tres años después y en una entrevista con la revista Marie Claire, la artista decidió hablar por primera vez de ese momento y de los primeros años de su juventud en Hollywood, calificandolos como un “periodo traumático” de su vida. “Encendí mi universo y vi cómo se quemaba. Francamente, el comienzo de mis 20 fue un período traumático y que sacó de mí un lado más salvaje”, señaló. “El público me quemó pero eso está bien, pude soportarlo. No estoy muerta”, añadió.

“Estoy realmente orgullosa de que haya podido seguir adelante y no haber caído en un cráter mental. Eso fue nuevo para mí. La edad me ha hecho más inteligente y calmada. Y eso es increíble”, explicó.

Inocencia interrumpida

Stewart comenzó su carrera siendo muy joven, lo que provocó que su infancia y adolescencia se viera alterada, especialmente porque su imagen no se ajustaba a las de las niñas de su edad, por lo que perdió confianza en sí misma debido al ataque de otros niños.

“Cuando era joven quería estar con los adultos, y que me trataran como adulto. Era más abierta y tenía mucha confianza en mí misma. Aún intento recuperar eso”, sentenció y agregó que “Entre los 15 y los 20 años fue intenso. Estaba muy ansiosa. Era una obsesiva del control, si no sabía cómo resultaría algo, me enfermaba o me encerraba o me inhibía de forma debilitante”.

Pero a pesar de todo, dice que no cambiaría nada de su vida. “Necesitaba caer varias veces para aceptar la lección. Pero no lo cambiaría por nada, para ser honesta. Estoy orgullosa de haber podido avanzar y no caer en cada cráter mental. Eso es algo nuevo para mí. La edad me ha hecho más inteligente y tranquila. Y es maravilloso”.

Marie Claire

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