Los habitantes de Mónaco ofrecieron este sábado joyas Cartier de la década de 1920 -una hebilla de cinturón y un reloj- a los bebés principescos Jaime y Gabriela, de siete meses. b

Los regalos de bautizo fueron entregados al príncipe Alberto II de Mónaco en un cóctel organizado el sábado en presencia de miles de monegascos para celebrar los 10 años al frente del principado.

“Se trata de dos joyas emblemáticas de la Casa Cartier, creadas en los años 20″, explicó el alcalde de Mónaco, Georges Marsan. “Para la princesa Gabriela, una hebilla de cinturón de 1925, moderna, geométrica y depurada. Para el príncipe heredero Jaime, el reloj Grande Tank Cintrée, primer reloj modernista de formas depuradas”, agregó.

En un discurso, el príncipe Alberto de Mónaco se congratuló de la “perennidad de la dinastía” que garantizan sus hijos.

Al hablar de la “prosperidad” de Mónaco, recordó que el principado tiene “la obligación imperiosa de proseguir en esta vía atrayendo, en particular, a inversores extranjeros”. También destacó el “esfuerzo de transparencia” realizado por el principado en materia de cooperación fiscal con otros países.

El sábado, la princesa Charlène de Mónaco, de origen sudafricano, sorprendió a sus súbditos al hablar públicamente en francés. “Eres un príncipe de corazón y tú eres el príncipe de mi corazón”, dijo a su esposo, que se secó una lágrima bajo los aplausos.