Es típico que al comprar comida para llevar, ciertos locales entregan los pedidos en pequeñas cajas blancas que se caracterizan por mantener el calor de los alimentos por más tiempo.

Este material se llama poliestireno expandido, conocido también como telgopor, icopor o poliespan y es una resina de carácter sintético, utilizado comúnmente en la fabricación de aislantes térmicos y electrónicos y ahora último se encuentra en el centro del debate por su daño al medio ambiente.

Si bien es importante aclarar que la cantidad de poliestireno que tiramos a la basura es significativamente menor que el plástico que desechamos a diario, pero de todas formas provoca cuantiosos daños al medio ambiente desde el momento que entra en contacto con las aguas y ecosistemas marinos.

De acuerdo a lo señalado por el profesor de Biología Marina de la Universidad de California, Douglas McCauley, uno de los problemas que ocasiona en la fauna marina, son los bloqueos que presentan algunas especies a causa del poliestireno alojado en sus intestinos, lo que es letal la mayoría de las veces.

Asimismo señala que es muy común que las tortugas se coman estos trozos de poliestireno pensando que es una medusa, causando los problemas antes mencionados.

El profesional además señala que las propiedades absorbentes del poliestiereno lo dotan de aún más peligrosidad, puesto que actúa como una esponja, recogiendo y concentrando los contaminantes más nocivos que se encuentran en el océano.

Es importante señalar que este material no sólo representa un alto riesgo para la fauna marina, sino que también para los humanos, ya los peces que llegan nuestra mesa, pueden estar contaminados con trozos de este material.

Actualemente son 70 las ciudades como de EEUU como Washington DC, San Francisco, Minneapolis, Portland, Seattle y ahora último Nueva York, las que han optado por prohibir su uso, mientras que en París y Toronto, esto aún es tema de discusión.

AFP

AFP

Para muchos, la idea de reciclar puede sonar como una alternativa, pero lamentablemente hasta la fecha no se ha logrado demostrar que esto sea posible a gran escala, tal como señaló la comisaria de Sanidad de la ciudad de Nueva York, Kathryn García a BBC.

Por su parte Joe Biernacki, profesor de ingeniería química de la Universidad Tecnológica de Tennessee, señala que en la actualidad se investiga la posibilidad de “desarmar” este material en pequeñas bolitas poliestireno virgen a un precio razonable, pero recalca que existen muy pocas maneras prácticas de reciclar este material.

Otras de las alternativas que se están probando es el reciclaje térmico, para lo cual el poliestireno se es quemado en incinadores, generando dióxido de carbono y vapor de agua.