Los colegios electores abrieron este domingo en Grecia para un referendo sobre las últimas propuestas presentadas a Atenas por sus acreedores, cuyo resultado podría determinar el destino del país en la zona euro y la suerte del gobierno de Alexis Tsipras.

Los casi 10 millones de griegos llamados a votar deberán responder a la pregunta: “¿Debe aceptarse el plan de acuerdo presentado por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional en el Eurogrupo del 25 de junio de 2015 y compuesto de dos partes, que conforman su propuesta conjunta?”.

Los últimos sondeos publicados apuntaban a un resultado muy apretado en el referendo, que tiene lugar en pleno corralito y es el primero en el país desde 1974, cuando se votó por abolir la monarquía.

Además, desde el martes, el país se encuentra en default ante el FMI, al que no abonó un pago de unos 1.550 millones de euros, y tampoco tiene acceso a la asistencia financiera de sus socios de la Eurozona, que ante la falta de acuerdo sobre un programa de ajustes y reformas no prolongaron su programa.

Los partidarios del “no”, defendido con ardor por el gobierno para negociar “un mejor acuerdo” con los acreedores, creen que ésta es la vía de salida a una austeridad contraproducente.

Los partidarios del “sí” creen en cambio que está en juego la permanencia del país en la Eurozona y la UE, y ven el “no” como la vía abierta al “caos”, el “aislamiento” y la vuelta al dracma, la antigua moneda nacional.

“Lo mejor para el país”

Decenas de personas hacían cola en el exterior de las escuelas y universidades antes de la apertura de los colegios electorales a las 07:00 horas locales (01:00 en Chile), que permanecerán abiertos hasta las 19:00 (13:00 en Chile). Los primeros resultados se esperan a partir de las 21:00 (15:00 en Chile).

“Yo voy a votar ‘no’ porque creo que es lo mejor para el país”, dijo Michelis, el primero en cruzar las puertas de un colegio electoral de la calle Skoufa, en el centro de Atenas.

“Si votamos ‘no’, nos van a tomar más en serio”, dijo este hombre de 80 años vestido con camisa azul y pantalón beis, quien aseguró no votar por él, sino por sus nietos y su futuro.

Por su parte, Theodora, una periodista jubilada de 61 años, aseguró que votaba ‘sí’, porque es un “‘sí’ a la Unión Europea”.

El referendo llega cinco meses después de infructuosas negociaciones, y de reuniones urgentes del Eurogrupo, entre el gobierno griego, formado a finales de enero por el partido de izquierda radical Syriza de Tsipras y por el partido soberanista ANEL, y los acreedores del país.

Tras un enésimo fracaso, el primer ministro griego anunció en la madrugada del 27 de junio la convocatoria de este referéndum para volver más fuerte a las negociaciones, tras una eventual victoria del ‘no’.

No obstante, los acreedores de Grecia decidieron dramatizar el debate. Un ‘no’ supondría “decir no a Europa”, lanzó el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, quien instó a los griegos a votar ‘sí’.

¿Un acuerdo lunes?

Toda esta campaña relámpago se lleva además en pleno corralito. En virtud del control de capitales instaurado durante una semana para evitar el derrumbe total de los bancos, los griegos sólo pueden retirar desde el pasado lunes un máximo de 60 euros por día y persona en los cajeros automáticos.

Y, en este tenso contexto, el ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, tuvo que desmentir una información del Financial Times, que escribió que ante la debilidad de los bancos griegos, los clientes con depósitos de más de 8.000 euros podrían sufrir quitas del 30%.

En declaraciones al diario español El Mundo, el ministro acusó además a los acreedores de “terrorismo” y de querer “humillar a los griegos”, si bien, en declaraciones al diario alemán Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung, dijo esperar un acuerdo este lunes, independientemente del resultado.