La sexualidad se toma la vida de quienes gustan de este placer milagroso que viene en diferentes frascos; una especie de antídoto contra todos los malestares que se sirve de mañana, de tarde y también de noche. A cualquier hora, edad y sin límite de frecuencia, así es como se vive el sexo hoy; un narcótico que genera bienestar en quienes sucumben ante los encantos inigualables de este goce carnal.

En este escenario cargado de erotismo, hacen su aparición conceptos como fetiches, lencería, juguetes, películas, disfraces y juegos sexuales; todo como parte de una variada creatividad presente en la actualidad. Época en que el término “Fantasía” se toma las escenas de este cortometraje basada en la realidad, y con sus pensamientos seductores llega a salvar la alicaída vida íntima de algunas personas, como también a ponerle un ingrediente diferente a la placentera vida íntima de aquellas parejas adictas al sexo.

¿Quién no ha tenido una fantasía sexual alguna vez? La respuesta sería, TODOS. Hay situaciones a lo largo de nuestra vida que despiertan ese instinto que a veces cuesta tanto sacar de la cabeza. Si bien hay muchas personas que se ruborizan o que intentan no hablar de este tema tabú, actualmente la apertura sexual está derribando aquellos mitos conservadores de antaño, impulsando a las representaciones de índole sexual hasta la cima, catalogándolas incluso como un excelente mecanismo que trae muchos beneficios para la salud de quien la experimenta.

Según los psicólogos Leitenberg y Henning en su texto Fantasías sexuales (1995), afirman que éstas son cualquier tipo de imagen mental que cobra un significado sexual o erótico para la persona.

“Las fantasías sexuales forman parte de la experiencia carnal humana, por tanto, están presentes en mujeres como hombres. Tienen un papel relevante respecto al deseo erótico, el cual considera dentro de sus dimensiones tanto la disposición cognitiva- emocional que tengamos, como también las tentaciones sexuales a las cuales nos expongamos”, sostuvo María Antonieta García, Terapeuta Ocupacional y Magíster en Afectividad y Sexualidad.

Tales estímulos pueden ser de naturaleza externa, obteniéndolos a través de los sentidos: como tacto, olfato, visión u otros; o internos, a través de pensamientos e imágenes que rondan en nuestra mente.

¿Cuál es la función de la fantasía sexual?

Uno de los beneficios más importantes de esta clase de imágenes, es que cumplen la función de excitarnos, reveló Francisca Molero, sexóloga, ginecóloga y directora del Instituto Clínico de Sexología de Barcelona, en un artículo publicado en el diario español El País. Allí, la especialista destaca que varios estudios científicos revelaron que en el cerebro “se activan las mismas áreas cuando haces algo o cuando imaginas hacerlo”, y por tal razón, cuanto más detalladas y precisas sean las fantasías, suponen un entrenamiento imaginario muy útil para ponerlas en práctica cuando llegue el momento apropiado.

Dream Works

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Es por esta razón, que especialistas indican que existen beneficios asociados a tales representaciones, los cuales han sido publicados por el sitio femenino Yahoo Mujer.

1- Supera la realidad

La fantasía sexual cuenta con una gran ventaja sobre la realidad, pues acá es la persona quien tiene el control sobre todo lo que sucede. “No serás humillado ni sufrirás, a menos que tú quieras”, señaló Peter Doskoch, editor y redactor especializado en ciencia, en una nota de su autoría publicada en la revista PsychologyToday.

2- Explora lo que más deseas

En este tipo de imágenes no hay consecuencias de ningún tipo, pues quien tiene las fantasías puede indagar todo lo que desee y de esa forma descubrir qué es lo que más le gusta.
Eso pasa porque en la vida cotidianatenemos miedo y no cumplimos ciertos deseos osados o un tanto atrevidos. Por eso, la mejor manera de descubrir que es lo que realmente queremos, es a través de nuestras representaciones lujuriosas.

3- Aumenta la actividad sexual

Al parecer los que suelen fantasear seguido, participan en una variedad más amplia de actividades pasionales, tienen más parejas y se masturban con más frecuencia, puntualizó Harold Leitenberg, psicólogo de la Universidad de Vermont para la revista Psychology Today.

4- Evita la rutina

Algunas personas encuentran que una vida de pensamientos sexuales activos, pueden añadirle un toque de aventura y creatividad a la alicaída relación de años. Situación que puede ser beneficiosa si la llama del amor se está apagando.

5- Mejora tu autoestima

Algunas mujeres “se imaginan más jóvenes, con senos más grandes o muslos más delgados. Estos cambios imaginarios, ayudarían a muchas féminas a sentirse merecedoras de la atención sexual del otro y así aumentar el libido.

6- Disminuye el estrés

Cuando estamos muy estresados necesitamos relajarnos y tomarnos un tiempo para nosotros. Es ahí que las fantasías con tintes lujuriosos ayudan a aliviarnos y funcionan como un método que llega a disminuir aquellos episodios de ansiedad o agotamiento que tanto nos abruman.

“Es necesario destacar que la presencia de representaciones lujuriosas no significa necesariamente que esto conlleve placer para todas las personas, puesto que también puede experimentarse como algo displacentero. Ello principalmente porque uno de los factores que más influye es la actitud que se tenga frente a la fantasía y sexualidad en general.
En ocasiones, estas imágenes responden directamente a los estilos de crianza, valores establecidos, normas sociales, edad, entre otras cosas asociadas al individuo que tiene tal imagen en su cabeza”, afirmó la profesional.

En este contexto hay que tener en cuenta que:
- Fantasear mientras se tiene relaciones íntimas con la pareja podría disminuir o debilitar el vínculo sexual que se comparte.
- Caer demasiado en las fantasías puede causar insatisfacción a la hora de tener sexo real.
- Como muchas religiones consideran que la mente es tan sagrada como el cuerpo, para algunos creyentes los deseos eróticos pueden ser algo “pecaminosos”.

Debido a lo anterior, resulta importante tener la suficiente confianza con la pareja para contar lo que está pasando en la intimidad. Compartir respecto a nuestras motivaciones, sensaciones e intereses al momento de participar una experiencia sexual, de modo que ésta sea agradable y beneficiosa para ambos.

En caso de notar que hay una sensación de displacer, molestia, duda u otro, es importante acudir donde personal especializado, ya que de esta manera estaremos actuando en favor de la sexualidad y del compromiso de pareja.