Para el próximo martes se postergó la votación del proyecto de ley que despenaliza el autocultivo de la marihuana para fines medicinales, pero también para uso recreacional y religioso.

La jornada estuvo marcada por un intenso debate en la sala, donde los parlamentarios de la Nueva Mayoría defendieron el proyecto apuntando a que, por ejemplo, en el caso de los niños o personas que padecen de epilepsia refractaria el tratamiento de marihuana que hoy puede ser considerado como oneroso, significaría un alivio respecto de esta y otras patologías.

Sin embargo, desde la Unión Demócrata Independiente y Renovación Nacional han advertido que este proyecto, al menos en el artículo 8, deja el margen para que el uso de algunas drogas duras como la cocaína también sean permitidos a través de una redacción ambigua de ese articulado.

“Definitivamente esta ley le facilita el trabajo a los narcotraficantes. Hoy día, el narcotraficante que vende drogas duras y trafica, es el mismo que también trafica marihuana. Esta ley lo que hace es facilitar y promover aun más el consumo a temprana edad de la droga, que es efectivamente lo que tenemos que evitar”, afirmó el diputado de RN Nicolás Monckeberg.

Eso sí el diputado Alberto Robles, del Partido Radical, señaló que la Ley 20.000 actualmente permite el uso privado de cualquier tipo de droga, y lo que no se encuentra permitido es el tráfico y la comercialización de este tipo de estupefacientes.

En este sentido, la oposición advirtió que podría generarse una mala señal desde el punto de vista social al permitir el uso de la marihuana y sancionarlo como una cuestión positiva.