El ejército de Sudán del Sur violó y quemó vivas a mujeres y niñas, según un informe de la ONU publicado este martes, que da cuenta de una “nueva brutalidad” en la guerra civil que vive el país desde hace un año y medio.

Los investigadores denuncian “violaciones generalizadas de los derechos humanos” basándose en el testimonio de 115 víctimas y de testigos del estado de Unidad (norte), uno de los más afectados por la guerra civil.

“Algunas de las acusaciones más preocupantes se refieren al secuestro y a los abusos sexuales cometidos contra mujeres y niñas, algunas de las cuales fueron quemadas en sus casas”, dijo la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en la República de Sudán del Sur (Minuss).

El ejército sursudanés, SPLA, lanzó en abril una ofensiva contra las fuerzas rebeldes en el departamento de Mayom, que era una zona petrolera importante antes de quedar destruida en los combates.

“Los supervivientes de estos ataques afirmaron que la SPLA y sus milicias aliadas del departamento de Mayom emprendieron una campaña contra la población local, matando a civiles, saqueando y destruyendo aldeas y provocando el desplazamiento de más de 100.000 personas”, indicó la ONU.

Los investigadores dijeron que habían recibido información sobre al menos nueve incidentes separados en los que “mujeres y niñas fueron quemadas en tukuls [chozas] después de haber sido violadas”.

También registraron decenas de casos de violencia sexual y muchos relatos de violación de mujeres delante de sus hijos.

Las fotografías del informe muestran las marcas de las chozas quemadas.

La intensificación de los combates estuvo marcada además por “acusaciones de asesinatos, violaciones, secuestros, saqueos, incendios criminales y desplazamientos de poblaciones”, señala el informe.

Las fuerzas rebeldes también cometieron atrocidades, que incluyen violaciones, asesinatos y reclutamiento de niños-soldados.

El ejército, que en varias ocasiones rechazó las acusaciones de violación de los derechos humanos, no respondió al informe de la ONU, que lo había transmitido a las autoridades antes de publicarlo.

La ONU dijo que había tratado de visitar los lugares donde se cometieron las atrocidades relatadas por los testigos, pero el ejército le negó el acceso.

La guerra en Sudán del Sur, que obtuvo la independencia hace cuatro años, el 9 de julio de 2011, estalló en diciembre de 2013. Comenzó con combates entre dos facciones del ejército, fracturado por la rivalidad entre el presidente Salva Kiir y su ex vicepresidente Riek Machar.

Diversas milicias se unieron a cada una de ellas, con enfrentamientos acompañados de matanzas étnicas.

Dos tercios de los 12 millones de habitantes de Sudán del Sur necesitan ayuda, según la ONU, y un sexto ha huido de sus hogares.