La hiperestesia felina es una enfermedad también conocida como el síndrome del gato nervioso, y se trata de un padecimiento poco común que afecta a los mininos pero no por ello es menos serio. El gato afectado siente como si algo en su piel lo estuviera atacando, y para “librarse” de ello comienza a lamer su pelaje en exceso, llegando a morderse y a provocarse heridas.

La médico veterinaria Marcela Castillo, de la Clínica S.O.S de Concepción, explicó a BioBioChile que este síndrome se suele dar en gatos que son muy nerviosos, que suelen esconderse y que por lo general no les gusta mucho el ruido, y se manifiesta cuando hay muchas lesiones en la piel.

Además la especialista en medicina felina indicó que éste sería un desorden tanto físico como neurológico.

Comportamiento

Los episodios de hiperestesia felina pueden durar desde unos segundos hasta un par de minutos. En ese tiempo se pueden ver espasmos en diferentes partes del cuerpo del gato, una ondulación en su lomo, un movimiento rápido y agresivo de la cola y la dilatación de sus pupilas, consigna el sitio de medicina veterinaria PetMD.

Ante esto el minino puede comenzar a lamerse, atacarse, maullar fuerte, saltar o correr, como se ve en los siguientes videos.

Tratamiento

Como no hay 100% claridad respecto a las causas que originan este padecimiento, el tratamiento se basa principalmente en ayudar a eliminar las “molestias” del gato.

La doctora Castillo manifestó que el tratamiento que se aplica es para bajar el estrés y nerviosismo del gato, de modo que no se siga atacando a sí mismo.

“Existen medicamentos que podemos usar para bajar la intensidad del nerviosismo, pero principalmente uno tiene que descartar todas las otras causas médicas posibles“, enfatizó, puesto que este comportamiento podría ser parte de una enfermedad más grave.

Si se descartan otros padecimientos y se llega al diagnóstico de hiperestesia felina, son gatitos que hay que tener en tratamiento para el estrés.

La doctora Marcela Castillo explicó que “la mayoría son gatos que quedan con antidepresivos, algún tipo de calmantes, o de relajantes. Además usamos algunas cosas como feromonas en el ambiente para que tengan un entorno más tranquilo y calmado, con acceso fácil a lugares donde ellos puedan comer tranquilos y estar relajados”.