El comandante de las Fuerzas Militares y el jefe del Ejército en Colombia, entre otros mandos castrenses, estarían implicados en ejecuciones extrajudiciales de civiles en medio del conflicto armado que ya lleva más de medio siglo, señaló este miércoles Human Rights Watch (HRW).

La ONG de derechos humanos con sede en Nueva York reportó que “numerosos generales y coroneles” sabían sobre estos casos, ocurridos de manera “generalizada y sistemática” entre 2002 y 2008, en los cuales las fuerzas armadas hacían aparecer a civiles como guerrilleros muertos en combate, con lo cual aumentaban las cifras de insurgentes abatidos y recibían premios y ascensos.

“Hay cada vez más evidencias de que altos oficiales del Ejército serían responsables de estos hechos atroces”, indicó José Miguel Vivanco, director ejecutivo de la división Américas de HRW, en una conferencia de prensa en Bogotá. Entre los altos mandos señalados aparecen Juan Pablo Rodríguez, actual comandante de las Fuerzas Militares, y Jaime Lasprilla, jefe del Ejército.

Tanto Rodríguez como Lasprilla dirigieron brigadas en las que se registraron al menos 76 presuntas ejecuciones extrajudiciales, según el informe de HRW, que se basa en datos de la Fiscalía colombiana.

Las afirmaciones de HRW fueron cuestionadas y desmentidas por el presidente Juan Manuel Santos, en una fuerte defensa de las fuerzas militares que combaten desde hace más de cinco décadas grupos armados ilegales.

“No hay ni una sola investigación en contra de estos altos oficiales. Entonces que no vengan a señalarlos y a causarles un daño enorme sin ninguna documentación. Esa no es la forma de vigilar por el respeto de los derechos humanos”, dijo el mandatario en un acto de reconocimiento de tropas. Como ministro de Defensa entre 2006 y 2009, durante el gobierno de su antecesor Álvaro Uribe (2002-2010), Santos lideró una fuerte ofensiva contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas), principal y más antigua guerrilla del país, con la que el gobierno negocia la paz en Cuba desde noviembre de 2012, sin una tregua en el terreno.

“Si se han cometido errores, son las fuerzas mismas las que quieren que se haga justicia. Pero que no nos vengan a manchar la institución”, enfatizó el jefe de Estado. “Defenderé la legitimidad de las Fuerzas Armadas hasta el día que me lleven a la tumba”.

Cabe mencionar que por casos de “falsos positivos”, Santos destituyó siendo ministro a 27 militares, entre ellos a tres generales.

Sin precedentes

Los generales Rodríguez y Lasprilla divulgaron en las últimas horas constancias de la Fiscalía y la Procuraduría, ente que controla a los funcionarios públicos en Colombia, indicando que no son objeto de ninguna investigación judicial. Según HWR, la Fiscalía colombiana investiga al menos 3.000 de estos casos de “falsos positivos”.

Sin embargo, aunque cientos de soldados de bajo rango han sido condenados, pocos coroneles y ningún general lo fueron. El fiscal Eduardo Montealegre anunció en abril que 22 generales estaban bajo pesquisa por este tema, pero no dio nombres.

“Los fiscales enfrentan obstáculos sustanciales que impiden que haya avances en sus casos”, dijo Vivanco, quien agregó que “posiblemente cientos” de casos están en la Justicia Penal Militar, “donde prácticamente se garantiza su impunidad”.

El informe de HWR, titulado “El rol de los altos mandos en falsos positivos”, se elaboró con datos “inéditos” de la Fiscalía, expedientes penales y testimonios de testigos, entrevistas con fiscales, familiares de víctimas y sus abogados, entre otras fuentes.

“No conocemos un precedente similar en el planeta en el que se haya decidido asesinar a sangre fría a inocentes y presentarlos como bajas en combate”, dijo Vivanco, que advirtió sobre el “peligro” de que, de no rendirse cuentas por estos casos, se generará un precedente de “impunidad” en un eventual acuerdo de paz con las FARC.

Doris Tejada, madre de uno de los civiles abatidos, responsabilizó este miércoles a los altos oficiales como “autores materiales e intelectuales” de las ejecuciones.

“En mi caso no he recuperado todavía los restos de mi hijo (…) están en una fosa común”, dijo Tejada a los periodistas. “El Ejército lo asesinó”, sentenció.

Al menos 220.000 muertos deja ya el conflicto armado colombiano, que además de guerrillas ha involucrado a paramilitares y agentes del Estado.