Glastonbury y el auge del turismo musical en el Reino Unido

Festival de Glastonbury | OLI SCARFF / AFP
Festival de Glastonbury | OLI SCARFF / AFP
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Llega el verano al Reino Unido y con él decenas de festivales musicales como el de Glastonbury, que se han convertido en motores del turismo y aportan más de 4.700 millones de dólares a la economía.

Glastonbury, donde revolcarse en el barro es tan importante como escuchar música, tiene lugar entre este miércoles y el domingo en el suroeste de Inglaterra, con un cartel integrado, entre otros, por The Who, Kanye West, Pharrell Williams, Lionel Ritchie y Patti Smith.

En2014, unos 9,5 millones de personas viajaron para asistir a festivales musicales y conciertos.

Cerca de 550.000 turistas procedían del extranjero, un 39% más que en 2011, según un informe de UK Music.

Londres atrajo a 3,3 millones de turistas musicales, ingresando 663 millones de libras (929 millones de euros, 1.043 de dólares) en gastos directos e indirectos.

“Los grupos que tocan en campos embarrados y conciertos en todo el país no sólo han creado alegría y bienestar sino que además trajeron riqueza a economías locales que se recuperan de la crisis”, dijeron los autores del informe.

El secretario de Estado de Cultura John Whittingdale calificó estos datos de “fantásticos” pero no sorprendentes, porque “la música británica es legendaria en el mundo”.

El segundo festival más caro del mundo

Asistentes al Festival  Glastonbury | OLI SCARFF / AFP

Asistentes al Festival Glastonbury | OLI SCARFF / AFP

El suroeste de Inglaterra, donde está la granja de Worthy, en el condado de Somerset, tuvo en 2014 unos ingresos de 297 millones de libras por el turismo musical (467 millones de dólares, 418 de euros), un tercio de ellos por el famoso festival de Glastonbury.

Lejos quedan las cifras de su primera edición en 1970, cuando 1.500 personas pagaron 1 libra por ver a T-Rex y Al Stewart (con derecho a leche gratis de la granja).

Cuarenta y cinco años más tarde, Glastonbury recibe ahora a unos 150.000 espectadores y es uno de los festivales más caros del mundo, según un estudio de Nº1Currency. El coste total estimado de la aventura -unas 565 libras por persona, casi 800 euros y 890 dólares- es el segundo más alto detrás del de Roskilde en Dinamarca.

“Festivales como Glastonbury tienen un estatus de icono en el mundo de los conciertos y son una de las razones por las que el turismo extranjero en el Reino Unido se ha disparado”, dijo John Whittinghale.

En Estados Unidos, los festivales se han multiplicado en los últimos años y se han convertido en un recurso esencial para unos artistas que han perdido mucho dinero de las grabaciones por culpa de la piratería o las plataformas musicales en internet.

“Creo que los festivales de música son el futuro de esta industria. Es la única área donde vemos mucho crecimiento” y “donde realmente hay dinero a ganar para los artistas”, dijo Parag Bhandari, director general de UG Strategies, que ha lanzado recientemente el canal de televisión digital Uphoric, dedicado a la cobertura de festivales en el mundo.

Otro paraíso europeo de los festivales musicales es España, con citas como el Primavera Sound y el Sonar, en Barcelona, o el Festival Internacional de Benicássim (FIB), en la provincia de Castellón (este), que atraen cada uno a más de 100.000 personas, muchas de ellas extranjeras.

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Llega el verano al Reino Unido y con él decenas de festivales musicales como el de Glastonbury, que se han convertido en motores del turismo y aportan más de 4.700 millones de dólares a la economía.

Glastonbury, donde revolcarse en el barro es tan importante como escuchar música, tiene lugar entre este miércoles y el domingo en el suroeste de Inglaterra, con un cartel integrado, entre otros, por The Who, Kanye West, Pharrell Williams, Lionel Ritchie y Patti Smith.

En2014, unos 9,5 millones de personas viajaron para asistir a festivales musicales y conciertos.

Cerca de 550.000 turistas procedían del extranjero, un 39% más que en 2011, según un informe de UK Music.

Londres atrajo a 3,3 millones de turistas musicales, ingresando 663 millones de libras (929 millones de euros, 1.043 de dólares) en gastos directos e indirectos.

“Los grupos que tocan en campos embarrados y conciertos en todo el país no sólo han creado alegría y bienestar sino que además trajeron riqueza a economías locales que se recuperan de la crisis”, dijeron los autores del informe.

El secretario de Estado de Cultura John Whittingdale calificó estos datos de “fantásticos” pero no sorprendentes, porque “la música británica es legendaria en el mundo”.

El segundo festival más caro del mundo

Asistentes al Festival  Glastonbury | OLI SCARFF / AFP

Asistentes al Festival Glastonbury | OLI SCARFF / AFP

El suroeste de Inglaterra, donde está la granja de Worthy, en el condado de Somerset, tuvo en 2014 unos ingresos de 297 millones de libras por el turismo musical (467 millones de dólares, 418 de euros), un tercio de ellos por el famoso festival de Glastonbury.

Lejos quedan las cifras de su primera edición en 1970, cuando 1.500 personas pagaron 1 libra por ver a T-Rex y Al Stewart (con derecho a leche gratis de la granja).

Cuarenta y cinco años más tarde, Glastonbury recibe ahora a unos 150.000 espectadores y es uno de los festivales más caros del mundo, según un estudio de Nº1Currency. El coste total estimado de la aventura -unas 565 libras por persona, casi 800 euros y 890 dólares- es el segundo más alto detrás del de Roskilde en Dinamarca.

“Festivales como Glastonbury tienen un estatus de icono en el mundo de los conciertos y son una de las razones por las que el turismo extranjero en el Reino Unido se ha disparado”, dijo John Whittinghale.

En Estados Unidos, los festivales se han multiplicado en los últimos años y se han convertido en un recurso esencial para unos artistas que han perdido mucho dinero de las grabaciones por culpa de la piratería o las plataformas musicales en internet.

“Creo que los festivales de música son el futuro de esta industria. Es la única área donde vemos mucho crecimiento” y “donde realmente hay dinero a ganar para los artistas”, dijo Parag Bhandari, director general de UG Strategies, que ha lanzado recientemente el canal de televisión digital Uphoric, dedicado a la cobertura de festivales en el mundo.

Otro paraíso europeo de los festivales musicales es España, con citas como el Primavera Sound y el Sonar, en Barcelona, o el Festival Internacional de Benicássim (FIB), en la provincia de Castellón (este), que atraen cada uno a más de 100.000 personas, muchas de ellas extranjeras.