Olvida un momento todo el asunto del alma. Tus ojos son, de hecho, la ventana de entrada hacia tu salud. “Simplemente mirando en los ojos de alguien, podemos ver cosas como las arterias, venas y nervios, que son un reflejo de lo que está pasando en el resto del cuerpo”, dice Rahul Khurana, doctor y especialista en retina, en el norte de California.

Es por eso que la Academia Americana de Oftalmología recomienda hacerse un examen de la vista a los 40 años, si no antes. Dependiendo de los resultados el médico decidirá con qué frecuencia deberá repetirse. El beneficio, por supuesto, es la captura de posibles problemas desde el principio.

Aquí un listado del medio enfocado en temas de salud, Prevention, con 10 condiciones médicas que los ojos pueden advertir:

1) Estás seriamente estresado

Notas que tu visión cansada se torna borrosa cuando trabajas hasta tarde y simplemente asumes que la culpa es del esfuerzo que haces frente a la pantalla de tu computador. El estrés está vinculado a la acumulación de líquido debajo de la retina (la capa de tejido en la parte posterior del ojo que filtra las imágenes y las envía al cerebro), lo que provoca visión borrosa.

Un estudio publicado en la Revista Británica de Oftalmología encontró que el 37% de los sujetos que sufren de esta dolencia llamada retinopatía cerosa central había tratado con “estrés elevado” poco antes de ser diagnosticado. Los estudios en animales muestran que una inyección de adrenalina, que nuestros cuerpos liberan en situaciones de alta presión, podría desencadenar la enfermedad.

La buena noticia: Para la mayoría de las personas, la visión borrosa se resuelve en tres o cuatro meses.

2) Tienes la presión arterial alta

La hipertensión es conocida como el “asesino silencioso” porque, a pesar de conducir a enfermedades del corazón o incluso a un derrame cerebral de no ser tratada, no tiene síntomas visibles. Sin embargo, no puede mentirle a tus ojos.

La presión arterial alta puede desencadenar cambios en los diminutos vasos sanguíneos de la retina, causando que se estrechen o dilaten indicando problemas con los vasos más grandes que irrigan al corazón, al cerebro y a los riñones. Si su oftalmólogo da cuenta de esto, visite a un cardiólogo pues puede tener incluso un riesgo elevado de insuficiencia cardíaca.

3) Deberías comer más zanahorias

Si tienes problemas para ver de noche, puede que tengas que aumentar el consumo de verduras de color naranja y también de proteínas. Los problemas de visión nocturna son comunes en personas cuyas dietas son limitadas en vitamina A, que se encuentra en alimentos como zanahorias, papas, espinacas y carne de vacuno.

Muy poco consumo de vitamina A puede significar la disminución de un pigmento llamado rodopsina que controla cómo el ojo percibe la luz.

4) Estás sufriendo de inflamación

Has estado despertando con los ojos irritados y adoloridos durante una semana, sin embargo has dormido las 8 horas recomendadas de sueño cada noche y has evitado el alcohol. En estos casos el dolor y el enrojecimiento pueden ser un signo de uveítis.

Esta inflamación dentro del ojo puede señalar la inflamación en otras partes de su cuerpo. La condición, que se enciende cuando el sistema inmunitario ataca a sus propios tejidos, es reflejo de dolencias como la psoriasis, la enfermedad de Crohn o la artritis reumatoide.

5) Tu tiroides está débil

Si a la hora de tomar tu selfie encuentras que tus ojos están más grandes o “salidos” de lo normal es posible que quieras un chequeo de tu tiroides. La enfermedad de Graves es la causa más común de los ojos “saltones”, se activa cuando la glándula tiroides está sobreexigida y produce hormonas que atacan los músculos y los tejidos dentro de la órbita del ojo (una condición llamada hipertiroidismo).

Las mujeres están especialmente expuestas al mal de Graves; les afecta cinco a seis veces más que a los hombres y les causa complicaciones relacionadas con los ojos en más del 50% de las enfermas.

Elvira S. Uzábal - elbeewa (CC) Flickr

Elvira S. Uzábal - elbeewa (CC) Flickr

6) Tú coeficiente intelectual es impresionante… o no

¿Eres el rey en las clases de tu universidad o impresionas a todos en el trabajo con tus constantes soluciones? La respuesta a tus capacidades puede estar en tus ojos, específicamente en los vasos sanguíneos de la retina.

Un estudio de 2013 publicado en la revista Psychological Science encontró que estos vasos pueden determinar las capacidades cognitivas. El estudio se centró en la retina de adultos de 30 años y determinó que personas con vasos más estrechos respondían mejor a las pruebas de comprensión y memoria verbal, mientras que sus contrarios mostraron menor coeficiente intelectual, incluso teniendo en cuenta los factores de riesgo y estilo de vida.

“Los pequeños vasos en el ojo siempre son representativos de la condición de los vasos en el interior del cerebro, ya que comparten similar tamaño, estructura y función”, dice Idan Shalev, doctor y profesor asistente de salud bioconductual en la Universidad Estatal de Pensilvania y uno de los autores del estudio: “Ellos proporcionan una ventana para estudiar la salud del cerebro”. (El siguiente paso para los científicos: averiguar por qué los vasos más anchos están asociados con una función cerebral más pobre.)

7) Tienes Diabetes

Según la Asociación Americana de Diabetes, 30 millones de estadounidenses sufren de la enfermedad, pero sólo alrededor de 8 millones han sido diagnosticados. Un estudio de 2014 encargado por United Healthcare encontró que la diabetes es la enfermedad crónica más susceptible de ser identificada durante un examen ocular.

Eso es porque los niveles de azúcar en la sangre pueden manifestarse en varios lugares en el ojo. Pueden significar el debilitamiento de los vasos sanguíneos en la retina, causando dificultad en que la proteína llegue a la mácula (la parte del ojo responsable de enfoque), o causando el bloqueo de oxígeno y nutrientes que buscan llegar a la parte posterior del ojo.

El daño de la retina relacionada con la diabetes es la principal causa de pérdida de visión en los estadounidenses de 20 años a 74, sin embargo, si la afección se detecta a tiempo y se manejan los niveles de azúcar en la sangre adecuadamente, es poco probable que se llegue a ello.

8) Tienes alergias

¿Estás luchando contra ojeras que ni el maquillaje puede cubrir? La rinitis alérgica, que afecta a uno de siete estadounidenses y causa inflamación de las membranas mucosas de la nariz, podría ser la causa.

La respiración de cualquier cosa, desde polen hasta el pelo de las mascotas puede obstruir los senos y desencadenar una reacción que hace que la sangre se acumule debajo de los ojos (el punto más delgado de la piel en tu cuerpo), lo que resulta en un hematoma. Por suerte, el problema generalmente es detectado y suele solucionarse con un antihistamínico.

9) Estás deprimido

¿Tiene problemas para apartar la mirada de las imágenes tristes en el diario? La necesidad y rapidez de apartar la vista (o no) de determinados estímulos puede ser un indicio de una aflicción en tu salud mental.

Los estudios que rastrean los movimientos oculares de las personas con problemas mentales como ansiedad, esquizofrenia y trastorno bipolar. han encontrado que estos pacientes comparten ciertos patrones, es decir, tienden a mirar de una manera diferente que sus contrapartes sanas.

Un estudio de 2013 en el Journal of Abnormal Psychology, por ejemplo, encontró que las personas con depresión tardaron significativamente más en apartar la vista de fotos de “estímulos negativos”, como caras tristes, en comparación a lo que tardaban quienes no estaban deprimidos.

10) Tú sistema nervioso está descontrolado

Cuando se trata de trastornos nerviosos como la esclerosis múltiple (EM), los ojos pueden proporcionar un indicio temprano de que algo anda mal. Eso es porque el nervio óptico, que se encuentra en la parte posterior del ojo y transmite datos sobre lo que ve al cerebro, es parte del sistema nervioso central, la misma red que la EM ataca.

La inflamación en el nervio, llamada neuritis óptica, se diagnostica hasta en el 75% de los pacientes con EM. Además en una cuarta parte de los casos, es el primer signo (junto con la visión borrosa y el dolor al mover los ojos) de que algo está mal.