La calificadora Moody’s colocó en revisión a la baja las notas de crédito de las gigantes brasileñas Odebrecht y Andrade Gutiérrez, cuyos presidentes fueron detenidos el viernes en el marco del escándalo de corrupción en Petrobras.

“Esta revisión para la baja fue motivada por la percepción de Moodys de aumento de riesgo de crédito para Odebrecht tras las órdenes de detención emitidas contra la compañía y las prisiones preventivas y temporales de algunos de sus ejecutivos”, señaló la agencia, que en otra nota comentó lo mismo respecto a Andrade Gutiérrez. 

Odebrecht hoy tiene clasificación “Baa3″ a nivel global (la más baja en grado de inversión) y de “Aa1.br” en escala brasileña, mientras que Andrade tiene “Ba2″ en escala global. Ambas son las dos mayores empresas de construcción e ingeniería de América Latina, apuntó Moody’s.

“Aún cuando las investigaciones todavía estén en curso y eventuales sentencias o penas no han sido determinadas, estos eventos pueden afectar negativamente la ejecución de las estrategias de crecimiento” de ambas empresas en el corto plazo y en momentos de desafíos para esta industria en Brasil, comentó la agencia.

La policía detuvo el viernes a los presidentes de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, y Andrade Gutiérrez, Otávio Azevedo, por su supuesta participación en la trama de corrupción en Petrobras conocida como “Lava Jato” (lavadero de coches). Otra decena de personas también fueron detenidas.

“Odebrecht y Andrade Gutiérrez capitaneaban un esquema de cártel dentro de Petrobras”, dijo el procurador Carlos dos Santos Lima en una rueda de prensa el viernes.

Este sábado, imágenes de los altos ejecutivos llevados por la policía ocupaban las portadas de los periódicos y los sitios en línea de noticias.

En esta nueva fase lanzada el viernes se investigan los delitos de “formación de cártel, fraude en licitaciones, corrupción, desvío de fondos públicos y lavado de dinero”, según la policía.

El caso “Lava Jato” estalló hace más de un año y reveló una gigantesca red de sobornos ligados a la política que le costó más de 2.000 millones de dólares a Petrobras. El fraude en la estatal se estructuró en torno a un “club” de empresas que amañó licitaciones para adjudicarse obras contratadas por la petrolera entre 2004 y 2014.

Según confesiones de investigados, los sobornos eran destinados a financiar partidos políticos y a engrosar fortunas personales de los involucrados.