El ministro belga de Relaciones Exteriores, Didier Reynders, anunció este sábado el levantamiento parcial del congelamiento de las cuentas de embajadas rusas en el país, aplicado a pedido de los ex accionistas del grupo petrolero Yukos.

Las declaraciones del ministro a periodistas que lo acompañan en su viaje oficial a China con el rey Felipe, fueron confirmadas a la AFP por un portavoz de la cancillería, Henrik Van de Velde.

La medida concierne en un primer momento a las cuentas de la embajada rusa en Bélgica y de las representaciones permanentes rusas ante la Unión Europea y la OTAN en Bruselas, precisó Van de Velde.

En julio de 2014 la Corte Permanente de Arbitraje (CPA) de La Haya condenó a Rusia a pagar indemnizaciones de 50.000 millones de dólares, a antiguos accionistas de Yukos, el grupo petrolero del ex oligarca Mijail Jodorkovski desmantelado a principios de los años 2000, a raíz de un juicio por fraude fiscal.

La CPA acusa a Rusia de haber orquestado la caída de esa compañía por motivos políticos.

Yukos se vendió principalmente a la empresa pública rusa Rosneft, una compañía de segunda fila en aquella época, que se ha convertido desde entonces en el mayor productor mundial entre las empresas que cotizan en bolsa.

Como las autoridades rusas no cumplieron con la condena de la CPA, los accionistas consiguieron que se congelaran los activos rusos, particularmente en Bélgica y Francia.

Rusia consideró el congelamiento de las cuentas “como un acto abiertamiente hostil y una tosca violación de las normas del derecho internacional”, según un comunicado del ministerio ruso de Relaciones Exteriores difundido el jueves, en el que exigió “que la parte belga tome inmediatamente medidas para restablecer los derechos soberanos de la Federación de Rusia”.