La Corporación Humanas presentó una querella por violencia sexual en representación de Ana María Campillo Bastías, que fue torturada y violada en reiteradas ocasiones durante la dictadura por miembros de los servicios de inteligencia de Carabineros.

El objetivo del recurso legal es encontrar a los responsables de los delitos de secuestro agravado, violencia sexual como tortura, violación sexual y abusos deshonestos cometidos en su contra y por el delito de asociación ilícita para secuestrar y torturar, todos constitutivos de crímenes de lesa humanidad.

Los hechos tuvieron lugar en los subterráneos de la Plaza de la Constitución, utilizado como centro de secuestro y tortura durante la dictadura militar.

La víctima relató que fue detenida y sacada de su domicilio en La Reina junto a otras tres personas entre el 19 y el 21 junio de 1974. Posteriormente fue llevada hasta los subterráneos, donde fue interrogada y torturada.

Campillo asegura que sus captores la liberaron el 24 de junio del mismo año y más tarde nuevamente fue detenida y trasladada al mismo recinto, donde sufrió torturas y abusos sexuales en reiteradas ocasiones por miembros del Sicar.

El testimonio del secuestro fue entregado ante la Comisión de Prisión Política y Tortura -también llamada comisión Valech- e inició acciones legales por su propio secuestro y violación.