Gran Bretaña se vio obligada a trasladar a varios agentes de espionaje después de que China y Rusia accedieran a archivos sustraídos por el ex analista de inteligencia estadounidense Edward Snowden, informó el diario The Sunday Times.

Varios funcionarios y encargados de inteligencia dijeron al diario que el gobierno tuvo que sacar de territorios hostiles a sus agentes después de que Rusia desencriptara un millón de archivos.

“Los rusos y los chinos tienen esa información. Esto ha implicado que hay agentes que tuvieron que ser trasladados y que las informaciones sobre cómo operamos nos han impedido conseguir información vital”, afirmó una fuente de Downing Street.

Snowden huyó a Rusia en 2013 tras filtrar a la prensa millones de documentos secretos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) que mostraban el extenso programa de seguimiento de las comunicaciones que llevaban a cabo las autoridades estadounidenses.

Inculpado por espionaje en Estados Unidos, el informático puede ser condenado a 30 años de cárcel en su país.

Otra fuente afirmó que China también accedió a los documentos, que revelan las tácticas de inteligencia de Estados Unidos y Gran Bretaña, desatando el temor de que sus espías pudieran ser identificados.

Un alto cargo del ministerio de Interior dijo que Snowden tiene “sangre en las manos”, pero aseguró que el gobierno no tiene “evidencias de que nadie resultara herido” por las filtraciones.

En el momento de las filtraciones Snowden dijo que “ningún servicio de inteligencia” podría desencriptar los documentos, argumentando que era capaz de “evitar que estas informaciones fueran comprometidas”.

Sin embargo, una fuente de inteligencia dijo al Sunday Times que tienen la constancia de que Rusia y China tienen acceso al material de Snowden y que lo utilizarán durante años.