Tras hacerse conocido en todo el mundo con sus libros acerca de la lactancia, infancia y primeros años de vida en los bebés, el conocido pediatra español Carlos González decidió escribir una nueva obra en la que ahonda en cómo enfrentan los jóvenes mayores el paso de ser niño a adolescente.

De la infancia a la adolescencia con cariño y respeto es el título de la más reciente publicación del autor español en la que relata los principales problemas y factores de la vida familiar que influyen en el desarrollo de los jóvenes.

En una entrevista recientemente publicada en la revista española especializada en paternidad Ser Padres, González afirmó que las relaciones entre padres e hijos en la actualidad poseen diferencias radicales respecto a cómo ocurría en generaciones anteriores.

El profesional explica y destaca como aspecto positivo que los padres de hoy son más cultos y poseen más recursos económicos para proveer a sus hijos, sin embargo, enfatiza en que como el tiempo que pasan con ellos es cada vez menor -pues los niños comienzan a muy temprana edad la escuela- las actividades como el ejercicio y tiempo libre quedan muy minimizadas.

Su polémica visión del divorcio

Además en su última publicación el escritor es tajante en explicar su polémica visión acerca del divorcio y de que la decisión de la pareja de permanecer juntos siempre será mejor que separarse.

“Jamás he leído un estudio en el que se demuestre aquella tan repetida afirmación de que un matrimonio con conflictos es peor para los hijos que el divorcio”, comentó.

“Pelearse continuamente a navajazos es malo para los niños. Pero muchos padres podrían, si se lo propusieran, mantener una convivencia lo suficientemente civilizada durante el tiempo suficiente para permitir a sus hijos una infancia estable. Como se ha hecho durante siglos” añadió el pediatra en la entrevista.

Otro tema importante al que el español dedica reflexiones en su último trabajo es los diferentes tipos de paternidad que existen como aquellos que son autoritarios, autorizativos o permisivos. Respecto a esto explica que los estudios que se realizan tienden a ajustar los datos a ideas preconcebidas y de esta forma generan confusión en los padres.

“Varios estudios serios en España muestran que en nuestra sociedad (como en muchas otras) los padres indulgentes obtienen mejores resultados que los autorizativos. Y, sobre todo, en los estudios originales norteamericanos en los que ser permisivo daba peores resultados, las diferencias en todo caso eran pequeñas, y el ser “permisivo” nada tenía que ver con coger a los niños en brazos o dejarlos llorar” comentó a Ser padres.

Castigar o no a un niño

El tema de una consecuencia negativa a un mal comportamiento parece ser hoy en día un gran problema para los padres en una sociedad en que los niños son cada vez más hábiles al momento de manipular las situaciones a su favor.

González plantea que la solución a esta dinámica al interior del hogar radica esencialmente en una buena comunicación entre las partes. No es necesario- explica- que no estudie nada y repita el curso para darse cuenta de las “consecuencias” de sus actos, sino que la labor de los padres sea intentar prevenir estas situaciones teniendo -en este caso- conocimiento de que el hijo está o no está haciendo, para así poder conversar e intervenir previamente.

En oposición a que los hijos experimenten consecuencias, el pediatra considera que en ocasiones son los propios padres lo que deberían advertir que no es necesario forzar constantemente a sus hijos a realizar cosas que no quieren o evitar que se equivoquen, pues la mayoría de las veces no se genera un gran problema.

La paciencia es vital

El exceso de estímulos de la vida moderna en la infancia está cambiando la forma en que ellos se relacionan con la realidad o simplemente los padres no tienen el tiempo ni paciencia suficientes. No hay duda que en la actualidad los primeros años de vida están marcados por una gran exposición a las pantallas, poco juego al aire libre y menor comunicación con sus mayores.

El pediatra dice que le llama la atención el significativo aumento de diagnósticos de déficit atencional en España, Estados Unidos y otros países, además de la incapacidad de los padres de tolerar actitudes que son propias de los niños.

González tiene su propia visión de este fenómeno que afecta hoy la manera en que los padres no están comprendiendo el desarrollo normal de los niños. “Conductas que hace medio siglo hubieran despertado un simple comentario, ‘¡cosas de niños!’, ahora se consideran motivo para consultar al médico y para tratar al niño con anfetaminas durante años” concluyó el escritor y pediatra español.