Un 11 de junio de 1998 “La Roja” regresaba luego de 16 años a un mundial. Francia era la cita y el equipo dirigido por Nelson Acosta debutaba en el país galo ante la poderosa Italia. Una jornada gloriosa que estaría empañada por un polémico cobro arbitral.

Al encuentro, disputado en el Parc Lescure de Bordeaux, llegaba una selección comandada por Marcelo Salas e Iván Zamorano, acompañada por cerca de 8 mil chilenos que alentaron con todo durante el cotejo.

El partido comenzó y tempranamente a los 10 minutos Italia impuso sus términos y de contra anotó el primero del partido, gracias al tanto de la figura Christian Vieri.

Chile no se rendiría y la figura de un “matador” grande se alzaría en Francia para bajar de lleno a los italianos.

A los 45´. cuando no quedaba nada para finalizar el primer tiempo, apareció Salas para dejar las cosas 1-1 y Chile se ilusionaba en Francia.

Ya en la segunda mitad llegaría uno de los goles más hermosos que recuerda el pueblo chileno, aquel vuelo mágico del “matador” a los 49´ venciendo a Fabio Cannavaro en el cabezazo y dejando el partido 2-1.

Pero el final de la historia la conocemos todos, con ese cobro polémico del árbitro Lucien Boucherdeaux, al cobrar un penal inexistente a Ronald Fuentes, infracción que dejaría el partido 2-2 en el mundial de Francia 98, tras el gol a los 85′ de Roberto Baggio.

https://youtu.be/chXc5wto21c