Cientos de manifestantes se concentraron la noche del lunes en Quito y Guayaquil en apoyo o en rechazo al presidente Rafael Correa, a raíz de su polémico proyecto de ley de “redistribución de la riqueza” que prevé aumentar los impuestos a las herencias. 

Al término de la jornada laboral, opositores del mandatario izquierdista se reunieron frente a la sede principal del partido de gobierno, en el norte de Quito, para gritar “!fuera Correa, fuera”, observaron periodistas de la AFP.

De su lado, los simpatizantes del presidente salieron con banderas verdes del oficialismo, y se ubicaron muy cerca del sitio de la concentración opositora, en medio de un fuerte intercambio de insultos y arengas. La policía antimotines se ubicó en el medio de los dos bandos para evitar enfrentamientos.

Correa, quien viajó este lunes a Bruselas en visita oficial, había escrito horas antes en Twitter: “los de siempre están preparando la ‘rebelión de la burguesía’. Responderemos con la ‘rebelión de la alegría’ y con el inmenso apoyo popular que tenemos”.

El primer grupo de manifestantes, en su gran mayoría de clase alta y media, portaba carteles en rechazo al inminente aumento de las cargas tributarias sobre el patrimonio heredado, una iniciativa que envió el viernes Correa para su aprobación en el Congreso, dominado ampliamente por el oficialismo.

“Nos están matando con impuestos, para que este gobierno bote y dilapide la plata. Están copiando todas las políticas de Venezuela”, declaró a la AFP un hombre de 58 años que evitó ser identificado por miedo a represalias. 

La protesta, que según varios manifestantes consultados por la AFP fue convocada de forma espontánea, se replicó en Guayaquil, según imágenes de los medios locales. 

Correa, en el poder desde 2007, propone gravar las herencias superiores a los 35.400 dólares de forma progresiva, es decir, que a mayor patrimonio heredado mayor impuesto. Hoy, los herederos pagan tributos progresivos a partir de los 68.800 dólares que reciben de legado. 

El mandatario defiende la iniciativa -a la que se opone un poderoso gremio de empresarios- como parte de su lucha para “redistribuir la riqueza” y “democratizar la propiedad”, y niega que los nuevas cargas vayan a afectar a los más pobres o a la clase media.

Según el gobierno, tres de cada mil ecuatorianos reciben una herencia cada año y tres de cada 100.000 reciben una herencia mayor a 50.000 dólares. Entre 2010 y 2014 “solo cinco de los 16 millones de ecuatorianos heredaron más de un millón de dólares”.

“El proyecto del gobierno busca una mayor equidad, mientras que grupos opositores están protestando para generar violencia al país”, señaló a la AFP el legislador gobiernista Virgilio Hernández, presente en la manifestación.