Amor libre, amigos con ventaja, relaciones casuales o conquistas fugaces son parte del variado menú de romances presentes en la sociedad actual. Plano en que el matrimonio para toda la vida ha sido desplazado por los divorcios y la soltería; aquella en que el amor comparte escenario con obsesiones, caprichos y arrebatos tan característicos de quienes creen estar completamente enamorados, pero en el fondo sólo sienten ese deseo antojadizo de querer estar con alguien a toda costa.

Es así como el término capricho se roba las diferentes escenas de este filme titulado: compromiso, el cual puede tener un toque de dependencia, un guiño de ego y una pizca de manipulación, obteniendo como resultado, una relación un tanto vacía y carente de reciprocidad.

Pero hay que preguntarse ¿qué es un capricho? Es un comportamiento en donde la persona cree estar enamorada, pero está completamente dominada por la emoción y atracción física hacia un individuo.

Asimismo, se puede definir como un deseo enfermizo en donde quien lo padece no reflexiona. Tal ceguera le impide tomar decisiones claras, las cuales han sido anuladas por este impulso en que prima la emoción y no la razón.

La persona que presenta un capricho romántico, generalmente no piensa en nada ni en nadie más que en su “enamorado”. Esta especie de antojo, es catalogado por especialistas como una experiencia emocionante, un cuasi éxtasis momentáneo, rico en sensaciones pasajeras.

Debido al sentimiento adrenalínico que impera, se tiende a idealizar e idolatrar a la persona con la cual se está obsesionado, catalogándola incluso de perfecta; es decir, alguien carente de errores. En dicho enamoramiento se logra apreciar un alto nivel de subordinación por parte de quien está encaprichado, dejando su vida de lado y haciendo propia la de su enamorado.

“Se desconoce si es que las relaciones parten como un capricho, pero sí se inician en un escenario en que la idealización del otro es lo más importante. Probablemente hay una exacerbación de las cualidades y una posible anulación de los defectos de la persona”, afirmó Andrés Córdova, Psicólogo Clínico y Experto en Terapias de Pareja.

El experto destaca que debido a esta abstracción, acá se arriesga todo por no terminar el vínculo y así evitar el abandono, razón por la que en este tipo de relaciones un gran número de personas son capaces de aguantar muchas cosas sólo por seguir al lado de su “amor”.

En este plano el especialista afirma que el capricho se da en su mayoría en individuos dependientes que necesitan del otro para sobrevivir, pues debido a carencias o experiencias pasadas son capaces de renunciar a sus intereses poniendo en primer lugar las preferencias del otro.

Asimismo, es un comportamiento que se ve mucho en personas que debido a inseguridades propias del ser humano, desean reforzar su ego y vanidad a través de esta obsesión. Por esa razón se proponen un objetivo “llamar la atención y enamorar al otro” haciendo hasta lo imposible por conseguirlo.

“Como existe una exagerada preocupación y atención hacia el otro, llega un momento en que no se percibe una reciprocidad, transformando a la relación en un compromiso vacío carente de metas en conjunto. Señales que quienes están obsesionados con ese amor se niegan a ver y hacen como si todo funcionara de forma normal”, aseveró el profesional.

Al no tolerar el abandono se tornan demandantes. Pero si esto no les funciona, son incluso capaces de acceder a la manipulación para atrapar y conseguir sus propósitos en esta especie de “relación”.

¿Capricho o verdadero amor?

A continuación entregamos una serie de señales que te ayudarán a dar cuenta si lo que sientes por el otro es un sentimiento genuino o es sólo una obsesión pasajera, que más temprano que tarde se desvanecerá.

Capricho

1- Sientes una enorme atracción por su aspecto físico, más que por su personalidad.

2- Generalmente las cualidades de esa persona que te atraen son pocas, pero de una manera intensa.

3- El compromiso siempre se origina de forma rápida; es como si el tiempo se fuera acabar mañana.

4- Son relaciones en que el interés es similar a una montaña rusa; aumenta y disminuye de forma constante.

5- Tal compromiso desorganiza tu personalidad, te hace menos eficiente y hasta un poco irresponsable.

6- Todo tu universo gira alrededor de la otra persona. Por lo que, el resto de las relaciones no parecen ser importantes. Plano en que se comienza a desatender a la familia y amigos cercanos.

7- No se toma en cuenta lo que tus cercanos piensen de tu conquista, pues la ceguera es mayor y sólo ves lo bueno de tu acompañante.

8- La falta de tiempo y la distancia matarán rápidamente la relación.

9- Suelen discutir mucho y las reconciliaciones se tornarán un tanto intensas y pasajeras.

10- Tu interés es egoísta, pues se piensa en su propio bienestar y no en el crecimiento de pareja. Acá el principal objetivo será encontrar a la persona que dedicará su vida a hacerte feliz, pero hay que preguntarse ¿qué puedes obtener de esa relación?.

Amor

1- Te gusta la personalidad total del individuo; es decir, el complemento entre lo físico y lo emocional.

2- Te atraen muchas cualidades de la otra persona.

3- La relación comienza lentamente. Se dan el tiempo necesario para salir, compartir, generando así un sentimiento genuino.

4- Predomina la calidez y ternura por sobre el sexo apasionado.

5- Tú personalidad cambia para bien. Pues el amor hace relucir las mejores cualidades transformándote en una mejor persona.

6- Pese a que la relación es importante para ti, nunca dejas de lado a la familia y amigos.

7- Es probable que tus padres y la mayoría de tus amistades aprueben esa relación.

8- La ausencia hace que el corazón se enamore más y a pesar de estar distanciados, aparecen técnicas que hacen perdurar la relación.

9- Pese a las discusiones propias de todas las parejas, éstas con el tiempo comienzan a mermar debido al compromiso y cariño que existe de por medio.

10- Nunca se piensa en uno mismo, sino en el bienestar y unión de la pareja. Hay un mayor compromiso y una búsqueda constante de la felicidad.