“Los incendios forestales van a llegar a sitios donde nunca antes se habían visto y van a aumentar en frecuencia e intensidad”. Esta es la advertencia que realizan expertos ocupados del tema en un nuevo escenario de cambio climático y cuyos efectos ya se analizan en la región.

Las huellas de los incendios forestales en el ecosistema son incuantificables, y considerando que han aumentado un 100% en cantidad y más de 1.000% en superficie afectada, las consecuencias son desastrosas.

El tema es preocupación central en la región a propósito de la conmemoración del Día del Medio Ambiente. Sebastián Tolvett, jefe de calidad del aire del Ministerio, encabezó hoy un seminario donde recordó que estos desastres producen emisiones de carbono, contaminando el aire y aportando negativamente al calentamiento global.

Los incendios forestales afectan el suelo, aire, agua, luz y humedad disponibles, repercutiendo en el repoblamiento de especies. La escasez hídrica, unida a las alzas de temperatura inciden en dar las condiciones propicias para el inicio del fuego. Por esto, para Eduardo Peña, de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción, es fundamental la prevención y el ataque de un siniestro en su inicio.

El incendio forestal más importante de los últimos años en la zona es el que afectó a Quillón en 2012, con cerca de 30 mil hectáreas quemadas. Ese desastre dejó muchas lecciones, pero también un programa inédito de restauración del ecosistema, que destaca el seremi de Medio Ambiente, Richard Vargas.

Los bosques de nuestra región no están adaptados al fuego y lo peor es lo que ocurre post incendio, con la erosión, baja productiva y afectación de caudal de ríos. Además de la sustitución de especies nativas por exóticas, que afecta de sobremanera a la riqueza del territorio.