Durante la tarde de este jueves, tras la marcha estudiantil realizada en Valparaíso, la madre de Rodrigo Avilés se refirió a la decisión tomada por Carabineros en torno al funcionario responsable del disparar el chorro de agua que golpeó al joven de 28 años.

Recordemos que a eso de las 20:00 horas el alto mando dio a conocer que el funcionario responsable de manejar el pitón del carro lanza agua, fue dado de baja de la institución, tras la revisión de un video en que se podía apreciar como el joven recibía el chorro de agua directamente a su cuerpo.

Ante esto Soledad Bravo, madre Rodrigo Avilés, señaló que le parece triste que la persona que recibe la última orden sea la que pague, y no así los altos mandos responsables de emanar dichas órdenes.

“Me parece muy triste que la cadena de mando no opere en este caso, que la persona que está recibiendo la última orden sea la que pague, me parece que esta es una tremenda injusticia”, señaló.

Si bien se mostró de acuerdo con que la Institución asuma el hecho, criticó a las autoridades de Carabineros por no responder ante las decisiones tomadas por ellos mismos, y aseguró que espera que estos, alguna vez, lleguen a asumir su responsabilidad.

“Siempre pagan los más pobres, los más débiles y los que tienen menos poder, y eso es intolerable, no puede estar sucediendo (…) ese señor que disparó el cañón de agua, no se mandaba solo”, sentenció.

Soledad Bravo aseguró que finalmente se cayó a pedazos lo que calificó como una campaña de desinformación y mentiras orquestadas por parte de Carabineros.

Además insistió en que las últimas acciones de Carabineros en torno a hechos de violencia, que aparecen como un llamado a cuidar a los ciudadanos, en realidad no contribuyen a ese propósito, y a su parecer producen una profunda fractura en la sociedad y una desconfianza mayor en las instituciones.

Finalmente señaló que espera que las instituciones y la ley funcionen, por lo que espera que todos los responsables y toda la cadena de mando de Carabineros involucrada en este hecho, pongan sus cargos a disposición y se sometan a lo que las leyes disponen.

“Las autoridades responsables tienen que dimitir, tienen que enfrentar su responsabilidad civil y penal, pero también hay un problema de cómo se criminaliza la protesta ciudadana y cómo se persigue a la gente que ocupa el espacio público cuando las demandas son legítimas (…) es un cambio cultural un poco más profundo contra una herencia muy pesada que nos ha dejado la dictadura de Pinochet. Finalmente hay una comunidad que no se constituye, donde cada uno se rasca con sus propias uñas y no le importa que otro caiga en la calle producto de un balazo o del cañón de agua del guanaco”, indicó.