Documentales chilenos: una alternativa en alza

Habeas Corpus, MiraDoc (c)
Habeas Corpus, MiraDoc (c)
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Con el reconocimiento de “Allende mi abuelo Allende en Cannes”, se abre el diálogo en torno al buen momento que vive la producción de no ficción en Chile y el anhelado encuentro con el público.

Marcia Tambutti ganadora en Cannes, con la cinta mencionada, Patricio Guzmán en Berlín con “El botón de nácar;” y Maite Alberdi con “La once” en los festivales de cine de Guadalajara, Miami, Cartagena de Indias y Santiago, entre otros, son buenos ejemplos de ello.

Patricio Guzmán, además, recibe un premio a la trayectoria en “Hot Docs”, el festival de documentales más importante de América del Norte. Todas éstas son manifestaciones del reconocimiento que el cine documental chileno cosecha en los más diversos rincones.

Y si bien la crítica especializada hace tiempo ya destaca el buen nivel narrativo, técnico y artístico que ha alcanzado el género, es sobre todo en los últimos años que este cine se está encontrando con el público chileno a un nivel más masivo; y que éste, a su vez, está pudiendo encontrar estas películas en la cartelera local, gracias a iniciativas que las ofrecen de manera estable.

El ojo de oro

Este año el Festival Internacional de Cine de Cannes creó “L’Oeil d’or”, para distinguir al mejor documental entre los participantes en su selección oficial, la Quincena de Realizadores, la Semana de la Crítica y Cannes Classics. El premio pone en valor un género presente desde los albores del cine y que, a nivel mundial, parece estar convergiendo en mayor sintonía con la audiencia, que se interesa y escoge ver documentales con más frecuencia.

Habituarse a ver documentales en Chile

En nuestro país, hace tres años se implementó el programa “MiraDoc”, con el desafío de descentralizar la exhibición de documentales chilenos y estrenar títulos nuevos simultáneamente en Santiago y regiones, a través de un circuito alternativo de salas donde se consolidara una oferta constante.

La tendencia mundial encuentra aquí su eco local: los documentales chilenos cada vez son más difundidos en la prensa, resuenan en el boca a boca y generan asistencia de público incluso en ciudades donde el programa llegó este año por primera vez, como Arica, Talca y Coyhaique, por citar algunas. En otras, como Iquique, Valparaíso y Valdivia, la audiencia se establece y masifica. La asistencia a salas durante los dos primeros estrenos de 2015 -”Escapes de gas” y “Habeas Corpus”- bordea los 2.000 espectadores por cada película, mismo número que corresponde a las taquillas más altas de las versiones anteriores. Es un dato auspicioso. En su programación, “MiraDoc” incluirá esperados títulos como “La once”, “Allende mi abuelo Allende”, “Chicago boys” y “Surire”, que no sólo se exhibirán en el circuito habitual sino también en salas comerciales. Paralelamente, otros documentales premiados y que generan interés, se estrenan en forma independiente, a través de diversas distribuidoras o circulan por la red.

Paola Castillo, productora de “Allende mi abuelo Allende” y directora de MiraDoc, señala: “Los resultados locales se están reflejando también en el extranjero. Vivimos un momento importante donde nuestra producción está ganando visibilidad en el mercado internacional. Ello puede constatarse no sólo en las distinciones de festivales, sino en iniciativas como, por ejemplo, la incorporación de documentales chilenos en DAF, plataforma checa de exhibición comercial en línea, y alianzas internacionales que se están fortaleciendo”.

¿Qué es “MiraDoc”?

“MiraDoc” es un programa de estrenos comerciales de documentales chilenos organizado por “ChileDoc” y financiado por el Fondo de Fomento Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. El programa se inició el 2013 en 11 salas y 7 ciudades. Hoy suma 22 salas en 17 ciudades, desde Arica a Magallanes.

Dedicada a promover la distribución y comercialización del documental chileno dentro y fuera de nuestras fronteras, esta organización nació el 2010, gracias a una línea especial creada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes con motivo del Bicentenario de la República, para potenciar la internacionalización del cine chileno.

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Con el reconocimiento de “Allende mi abuelo Allende en Cannes”, se abre el diálogo en torno al buen momento que vive la producción de no ficción en Chile y el anhelado encuentro con el público.

Marcia Tambutti ganadora en Cannes, con la cinta mencionada, Patricio Guzmán en Berlín con “El botón de nácar;” y Maite Alberdi con “La once” en los festivales de cine de Guadalajara, Miami, Cartagena de Indias y Santiago, entre otros, son buenos ejemplos de ello.

Patricio Guzmán, además, recibe un premio a la trayectoria en “Hot Docs”, el festival de documentales más importante de América del Norte. Todas éstas son manifestaciones del reconocimiento que el cine documental chileno cosecha en los más diversos rincones.

Y si bien la crítica especializada hace tiempo ya destaca el buen nivel narrativo, técnico y artístico que ha alcanzado el género, es sobre todo en los últimos años que este cine se está encontrando con el público chileno a un nivel más masivo; y que éste, a su vez, está pudiendo encontrar estas películas en la cartelera local, gracias a iniciativas que las ofrecen de manera estable.

El ojo de oro

Este año el Festival Internacional de Cine de Cannes creó “L’Oeil d’or”, para distinguir al mejor documental entre los participantes en su selección oficial, la Quincena de Realizadores, la Semana de la Crítica y Cannes Classics. El premio pone en valor un género presente desde los albores del cine y que, a nivel mundial, parece estar convergiendo en mayor sintonía con la audiencia, que se interesa y escoge ver documentales con más frecuencia.

Habituarse a ver documentales en Chile

En nuestro país, hace tres años se implementó el programa “MiraDoc”, con el desafío de descentralizar la exhibición de documentales chilenos y estrenar títulos nuevos simultáneamente en Santiago y regiones, a través de un circuito alternativo de salas donde se consolidara una oferta constante.

La tendencia mundial encuentra aquí su eco local: los documentales chilenos cada vez son más difundidos en la prensa, resuenan en el boca a boca y generan asistencia de público incluso en ciudades donde el programa llegó este año por primera vez, como Arica, Talca y Coyhaique, por citar algunas. En otras, como Iquique, Valparaíso y Valdivia, la audiencia se establece y masifica. La asistencia a salas durante los dos primeros estrenos de 2015 -”Escapes de gas” y “Habeas Corpus”- bordea los 2.000 espectadores por cada película, mismo número que corresponde a las taquillas más altas de las versiones anteriores. Es un dato auspicioso. En su programación, “MiraDoc” incluirá esperados títulos como “La once”, “Allende mi abuelo Allende”, “Chicago boys” y “Surire”, que no sólo se exhibirán en el circuito habitual sino también en salas comerciales. Paralelamente, otros documentales premiados y que generan interés, se estrenan en forma independiente, a través de diversas distribuidoras o circulan por la red.

Paola Castillo, productora de “Allende mi abuelo Allende” y directora de MiraDoc, señala: “Los resultados locales se están reflejando también en el extranjero. Vivimos un momento importante donde nuestra producción está ganando visibilidad en el mercado internacional. Ello puede constatarse no sólo en las distinciones de festivales, sino en iniciativas como, por ejemplo, la incorporación de documentales chilenos en DAF, plataforma checa de exhibición comercial en línea, y alianzas internacionales que se están fortaleciendo”.

¿Qué es “MiraDoc”?

“MiraDoc” es un programa de estrenos comerciales de documentales chilenos organizado por “ChileDoc” y financiado por el Fondo de Fomento Audiovisual del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. El programa se inició el 2013 en 11 salas y 7 ciudades. Hoy suma 22 salas en 17 ciudades, desde Arica a Magallanes.

Dedicada a promover la distribución y comercialización del documental chileno dentro y fuera de nuestras fronteras, esta organización nació el 2010, gracias a una línea especial creada por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes con motivo del Bicentenario de la República, para potenciar la internacionalización del cine chileno.