El proceso por “espionaje” del corresponsal del Washington Post en Irán, el irano-estadounidense Jason Rezaian, comenzó este martes ante un tribunal especial de Teherán, un caso muy delicado cuando Irán y EEUU siguen en plenas negociaciones nucleares.

Rezaian, de 39 años, está acusado de “espionaje”, de “colaboración con gobiernos hostiles”, y de recabar “informaciones confidenciales y propaganda contra la República Islámica”, según su abogada, Leila Ahsan, que considera que estos cargos no se fundan en “pruebas establecidas”. El periodista lleva detenido diez meses.

La audiencia a puerta cerrada comenzó a las 10H00 locales (02H30 de Chile) ante la 15ª sala del tribunal revolucionario de Teherán, un tribunal especial que suele juzgar asuntos políticos o relativos a la seguridad nacional, según los medios iraníes.

Tres horas más tarde, la agencia mizanonline.ir, que depende de la autoridad judicial, señaló que había terminado esta primera audiencia, y añadió que la fecha de la siguiente se anunciará más adelante.

De momento no se ha informado de la duración de este proceso, instruido por el juez Abolghasem Salavati.

Según los medios, Rezaian comparecía junto a su esposa, Yeganeh Saleghi, también periodista, y una fotógrafa de prensa.

Jason Rezaian, quien tiene la doble nacionalidad iraní y estadounidense, trabajaba para el diario estadounidense desde 2012. Fue detenido junto a su esposa en su domicilio la noche del 22 de julio de 2014. La tercera acusada, cuyo nombre no fue divulgado, también fue detenida esa noche.

Las dos mujeres fueron liberadas bajo fianza, pero el periodista del Post continuó detenido en la prisión de Evin, en el norte de la capital.

Caso provoca tensiones entre Irán y Estados Unidos

La encarcelación del reportero provocó tensiones entre Irán y Estados Unidos, que rompieron sus relaciones diplomáticas tras la revolución de 1979.

El presidente estadounidense Barack Obama instó en marzo al gobierno iraní a liberar al periodista, mientras que el Senado adoptó en mayo una resolución reclamando la liberación de tres estadounidenses detenidos en Irán, incluido Rezaian.

Pero Teherán, que no reconoce la doble nacionalidad, afirma que el caso es exclusivamente competencia suya.

El Washington Post lamentó el lunes que la audiencia esté “cerrada al público”, denunciando una injusticia que privará al proceso de “la atención que merece”. Además, afirmó que su corresponsal es “totalmente inocente” y que Rezaian parece ser un “peón en las luchas internas” de Teherán.

El proceso ha comenzado a unas semanas de que finalice el plazo, el próximo 30 de junio, para que Irán y las grandes potencias concluyan un acuerdo histórico sobre el controvertido programa nuclear iraní.

Las negociaciones, retomadas en junio de 2013, han sido criticadas por la facción conservadora del régimen, que denuncia las concesiones acordadas a los occidentales y un eventual acercamiento político con Estados Unidos.

En febrero, un diputado ultraconservador iraní denunció que “algunos en el seno de la presidencia” iraní habrían facilitado el acceso de Rezaian y su esposa a “los lugares más sensibles de la presidencia”.

Por su parte, la abogada del periodista rechazó los cargos contra su cliente, considerando que el oficio de periodista entraña “tener acceso a las informaciones y publicarlas” y negó que Rezaian hubiera tenido acceso a “informaciones confidenciales de forma directa o indirecta”.