El ministro del Interior de Bolviia, Hugo Moldiz, fue relevado del cargo este martes tras la fuga de su detención domiciliaria en La Paz de Martín Belaunde, excolaborador del presidente peruano Ollanta Humala, acusado en su país de corrupción, poco antes de que fuera extraditado a Lima.

“Lamento que malos policías hayan, operativamente, provocado un hecho que pretende ser utilizado para dañar la imagen de nuestro gobierno”, dijo Moldiz al dejar el ministerio, bajo cuya responsabilidad política estaba la policía y la custodia del empresario Martín Belaunde.

La fuga el domingo del ciudadano peruano, quien estaba custodiado por cuatro policías, desencadenó una profunda investigación interna en la institución que, apoyada por el ejército, desarrolla ahora una intensa operación de recaptura.

Agregó Moldiz que “los revolucionarios tenemos que ser responsables políticos de las cosas que suceden, y no quiero ser motivo ni pretexto para que los intereses más oscuros (..) se aprovechen de esto para mellar esa imagen” del gobierno del presidente Evo Morales.

Las declaraciones del saliente secretaria de Estado fueron emitidas en el Palacio de Gobierno, donde su reemplazante, Carlos Romero, juramentó en el cargo.

Durante la ceremonia de juramentación, el mandatario boliviano, manifiestamente incómodo por la situación, dijo que “no es posible que por algunos grupos, como en la Policía, se aporte una mala imagen a Bolivia” y anunció un fuerte golpe de timón en esa institución.

Belaunde, ex jefe de campaña de Humala en las elecciones de 2006 y 2011, es acusado por la justicia peruana de presionar a entidades del Estado de su país para favorecer con licitaciones públicas a empresas privadas con las que está vinculado.

Mientras Bolivia emitió una orden de captura contra Belaunde, el gobierno peruano envió a La Paz una comisión encabezada por su ministro de Justicia para tomar contacto con autoridades bolivianas.

El Tribunal Supremo de Justicia de Bolivia (TJB) había decidido el 11 de mayo la extradición de Belaunde, luego que el empresario se había declarado perseguido político del gobierno de su país, razón por la cual buscó refugio en Bolivia, a donde llegó en diciembre.

Prófugo de la justicia de Perú, Belaunde fue sometido a prisión domiciliaria por la justicia boliviana mientras resolvía el pedido de extradición de Lima presentado en marzo pasado. Luego de sustanciar una serie de trámites y procedimientos legales, el gobierno boliviano se aprestaba a entregarlo al Estado peruano.