Un muerto, el cuarto desde que estallaron hace 60 días las protestas contra el proyecto cuprífero Tía María, dejó el viernes un nuevo enfrentamiento entre manifestantes y la policía en la provincia de Islay, al sur de Perú, informaron fuentes médicas.

“El manifestante, de 55 años, llegó sin signos vitales a la posta de salud de Cocachacra”, dijo a la radio RPP el médico Walter Vera, director de la seguridad social en Islay. A consecuencia de los enfrentamientos en estas protestas, que se iniciaron el 23 de marzo, ya han fallecido otros dos civiles y un policía.

Las protestas del viernes dejaron además siete heridos, cuatro manifestantes y tres policías, durante los incidentes en los que la población intentó tomar por asalto la comisaría de la localidad de Cocachacra, epicentro de las protestas en rechazo al proyecto de 1.400 millones de dólares de la mexicana Southern Copper.

Según los manifestantes, la víctima falleció producto de un balazo en el pecho, lo que no fue confirmado ni desmentido por el centro de Salud de Cocachacra.

Las protestas en Islay habían amainado en la última semana desde que la minera Southern Peru -filial de la mexicana Southern Copper- anunció una pausa por 60 días del proyecto Tía María -avaluado en 1.400 millones de dólares- para buscar entendimientos, tras un llamado del presidente peruano Ollanta Humala a buscar el diálogo.

Desde el 23 de marzo, pobladores de la provincia de Islay, región Arequipa (sur), iniciaron protestas contra la ejecución del proyecto cuprífero Tía María, porque consideran que puede afectar la agricultura y contaminar sus tierras y agua.

El gobierno peruano ha descartado la suspensión del proyecto, blanco de estas violentas manifestaciones que le han costado al presidente Humala una caída en su popularidad de seis puntos porcentuales hasta situarse en 21% en mayo.

“No se puede suspender lo que no se ha iniciado”, dijo Humala hace una semana, recordando que Tía María aún no ha empezado a construirse, pero que se espera entre en operación en 2017.

En Perú, segundo mayor productor mundial de cobre, la minería es clave para su crecimiento económico.