El ejército ucraniano y los separatistas prorrusos cometen de forma regular actos de tortura y otros abusos contra prisioneros y también civiles, según un informe publicado el viernes por la ONG Amnistía Internacional.

Antiguos prisioneros afirman haber “sido golpeados hasta romperles los huesos, torturados con electricidad, apuñalados, colgados del techo o privados de sueño durante días”, detalla el informe, que habla asimismo de “simulacros de ejecución”.

La ONG de defensa de derechos humanos asegura haber interrogado a 33 ex prisioneros, 17 de ellos detenidos por separatistas y 16 por fuerzas ucranianas y los servicios de seguridad (SBU), para llevar a cabo su investigación.

De esos 33 prisioneros, todos ellos detenidos entre julio de 2014 y abril de 2015, “32 describieron severas palizas y otros abusos serios”, se indica. Amnistía destaca haber corroborado estos testimonios con pruebas adicionales, como “huesos rotos, informes médicos, fotografías de golpes y otras heridas, cicatrices y dientes rotos”.

Según la ONG, estas “chocantes” prácticas fueron efectuadas por las dos partes, y afectaron también a civiles.

Amnistía Internacional también alude a ocho casos de “ejecuciones sumarias” de prisioneros ucranianos capturados por rebeldes prorrusos.

Las fuerzas ucranianas combaten una rebelión separatista prorrusa en el este del país, armada y apoyada por Rusia, según Kiev y los occidentales.

Moscú desmiente categóricamente cualquier implicación en el conflicto que ha causado más de 6.200 muertos desde abril de 2014.