La junta de 15 forenses convocada por la fiscalía argentina para dilucidar puntos controversiales sobre la muerte del fiscal argentino Alberto Nisman, entregó su informe final, con la disidencia de dos peritos que representan a la familia, informó el jueves una fuente judicial.

El informe lleva la firma de 13 de los 15 peritos, ya que se abstuvieron de suscribirlo los expertos que representan a la familia del fiscal, cuya muerte el 18 de enero pasado, aún se investiga si fue suicidio, suicidio inducido u homicidio.

La fiscal ahora esperará los resultados de las pericias criminalística e informática para elevar su conclusión a la jueza del caso, Fabiana Palmaghini.

Nisman investigaba el atentado al centro judío AMIA, que causó 85 muertos y 300 heridos en 1994 en Buenos Aires.

En un comunicado, el Cuerpo Médico Forense afirmó que “el contenido (del informe) es extenso y se compone de consideraciones médico-legales, respuestas al cuestionario y consideraciones finales, referidas al procedimiento pericial”.

La junta médica de expertos respondió las 25 preguntas planteadas por la fiscal Viviana Fein quien los convocó luego de que los dos peritos contratados por la familia –representada por la exesposa de Nisman, la jueza federal Sandra Arroyo Salgado–, consideró indudable que se trató de un homicidio.

Los peritos de la querella insistieron en que la muerte se produjo la tarde del sábado 17 de enero, mientras que el resto ubica el deceso el domingo 18 en la tarde.

Esa noche de sábado, Nisman había recibido la visita de su asistente informático Diego Lagomarsino, imputado en la causa pero sólo por haber sido quien le prestó el arma Bersa .22 que dio muerte al fiscal.

Nisman apareció muerto de un disparo en la cabeza en el baño de su departamento en el exclusivo barrio de Puerto Madero.

Los 13 peritos oficiales y de Lagomarsino estiman que los golpes que presentaba el cuerpo de Nisman se debieron a que se desplomó tras el disparo, mientras que la querella lo atribuye a que pudo haberse resistido a un ataque.

El informe original de la autopsia sostuvo que no hubo otra persona en la escena de la muerte.

Cuatro días antes de morir Nisman había denunciado a la presidenta Cristina Fernández, a su canciller, Héctor Timerman, de intentar encubrir a ex altos funcionarios iraníes acusados por el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

Nisman cuestionó la firma en 2013 de un acuerdo de Argentina con Teherán para indagar a los acusados iraníes en su país, pero nunca entró en vigencia.

La acusación fue luego desestimada en todas las instancias judiciales por “ausencia de delito”.