Una veintena de integrantes de la Coordinadora Penco-Lirquén contra el denominado proyecto Octopus mantuvieron por cerca de una hora tomadas las oficinas de la Seremi de Medio Ambiente en Concepción.

Los manifestantes ocuparon las oficinas regionales, solicitando a los trabajadores que se retirarán. Sin embargo, estos se negaron a desocupar las dependencias, incluido el seremi Richard Vargas, ya que aseguran que están trabajando en forma absolutamente normal.

Las puertas del edificio están bloqueadas por un lienzo en oposición al proyecto de terminal GNL Penco-Lirquén encabezado por la empresa Biobiogenera.

Los movilizados eran liderados por el presidente de la coordinadora ambiental que se opone al proyecto de un terminal gasífero frente a las costas de Lirquén, Leonidas Arancibia.

Y agregaron que han tenido un diálogo abierto con el titular regional de Medio Ambiente. Pero, recalcan que es precisamente la cartera que tienen que ver con esta materia.

Los dirigentes sostienen que con el cambio de gabinete esperaban la salida del ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier y del subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena cuya permanencia ven como la instauración del lobby en la cartera.

El proyecto se encuentra en pleno proceso evaluación ambiental y la empresa tiene plazo hasta el 15 de junio para responder las observaciones que se han realizado.

Paralelamente, el Servicio de Evaluación Ambiental está definiendo si procede la consulta indígena que solicitó una agrupación debido a la presencia de comunidades en el área de influencia del proyecto.

El director regional del SEA, Nemesio Rivas, comentó que no es algo que se haya resuelto y no descartó que la petición sea acogida.

Los grupos que rechazan el terminal marítimo de GNL de BioBiogenera advierten que responderán con una demanda en caso de que la autoridad no acceda a efectuar este proceso contemplado en el convenio 169 de la OIT.

Los opositores aseguran que no quieren que se hagan mejoras al proyecto, sino que no se concrete en la zona.