Mutlu Kaya es una joven turca de 19 años, quien pasó toda su vida soñando con ser cantante. Hace algunas semanas tuvo la oportunidad de participar en el casting del programa buscatalentos de su país, Sesi çok güzel, donde fue seleccionada para avanzar a la siguiente etapa.

A partir de entonces su vida cambió. Se trasladó a vivir en Estambul y poco a poco se convirtió en una de las favoritas del programa. La joven comenzó a rodearse de importantes figuras de la música turca y su rostro se hizo familiar entre el público.

La muchacha, quien trabajaba como mesera en una cafetería, decía estar viviendo un sueño del que no quería despertar, incluso su madrina artística Sibel Can -una afamada cantante turca-, señaló que Kaya, sin duda, sería su sucesora como la gran dama de la música de su país.

Sin embargo, no todos estaban tan felices con su éxito. De hecho, la chica habría señalado que desde su aparición en el espacio habría comenzado a recibir diferentes tipos de amenazas por parte de miembros de la familia de su padre, quienes no aprobaban su carrera en el espectáculo.

“Cuando escucharon que iba a unirme al concurso, me dijeron que me matarían. Tengo miedo”, habría comentado la joven a la producción del espacio, sin embargo, su “madrina” la habría convencido de seguir luchando por su sueño, así lo consigna el diario turco Posta, citado por el diario español El País.

Pero pese a su esfuerzo, la carrera de la artista se vio interrumpida luego de un horrible ataque del que fue victima este lunes. La cantante fue gravemente herida en la cabeza, cuando varias personas habrían comenzado a disparar a través de la ventana de la casa de la chica.

La joven actualmente se encuentra en estado critico, aunque fuera de riesgo vital en el hospital de Diyarbakir, la mayor ciudad kurda de Turquía, sin embargo, aún no se sabe si podrá volver a cantar.

En tanto, la policía detuvo a cuatro sujetos que habrían estado involucrados en el atentado, entre los que se encuentra el novio de la mujer, quien le dejó en claro que se oponía a su decisión de participar en el programa.

Este tipo de ataques no son del todo novedosos en algunas zonas rurales de Turquía, donde se protege con especial esmero el honor familiar.