Esta semana, el programa de Canal 13, “Contacto”, emitió un reportaje sobre la historia de Andy, una niña transgénero de sólo 5 años, que nació como niño, pero con el apoyo de su familia está llevando a cabo un proceso de transición para adoptar el género con el cual se identifica.

Tras la emisión del espacio, algunos padres comenzaron a preguntarse cuáles son las señales que pueden indicar que sus hijos viven algo similar.

Al respecto, la psicóloga Verónica Navarrete, Coordinadora Académica de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, señala que no es tan sencillo como algunos creen.

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“Que a un niño le guste jugar con muñecas o que a una niña le guste jugar con autitos no significa necesariamente que estemos frente a un niño transgénero”, expresó.

La profesional explicó que “la identidad de género se relaciona con la sensación interna de ser hombre o mujer y comunicar su identidad a través de su ropa, manera de actuar, gustos que representan su expresión de género. Cuando el niño o niña plantea insistentemente que su género no coincide con su cuerpo, es momento de atender esos mensajes”.

Navarrete indica que por lo general, los niños transgénero presentan señales a muy temprana edad. “Un infante comienza a mostrar señales desde muy pequeño, alrededor de los tres años, de una discordancia entre su identidad de género y su sexo biológico, tales como la preferencia por las cosas y objetos del sexo opuesto, y la referencia de sí mismo con la connotación del otro sexo”, enfatiza.

¿Qué hacer si mi hijo es transgénero?

La psicólogo dice que si los padres sospechan que su hijo es transgénero, es importante que consulten a profesionales de salud mental de inmediato. “Ello porque mientras antes se haga, se puede evitar que aparezcan en el niño sentimientos depresivos, de angustia y estrés ante su confusión de ser niño o niña”, especifica.

Verónica indica que es común que estos sentimientos de confusión también se presenten en los padres. “Generalmente la familia comienza a presentar dolor, miedo y aislamiento frente al posible rechazo social de su hijo o hija. En este sentido es importante el apoyo y la orientación a la familia, ya que en general tienden a obligar al niño o niña a actuar de acuerdo a su sexo bilógico, lo que se asocia a depresión, trastornos de conducta y altas tasas de suicidio”, comentó.

Por lo mismo, la especialista recomienda que la disforia de género sea abordada por un equipo multidisciplinario que pueda diagnosticar, orientar, contener y entregar lineamientos para el niño y la familia.

“Un equipo que explique y sea capaz de romper una serie de mitos en torno a la confusión entre la identidad de género y orientación sexual”, revela.

La terapeuta también señala que es fundamental conocer la historia clínica del desarrollo de la identidad de género y desarrollo psicosexual del menor, tomando en cuenta la orientación sexual y otros aspectos de la vida cotidiana. “También la evaluación de tipo ginecológico, andrológico, urológico y endocrinológico. Sumado a esto, una evaluación del área de la salud mental, desde lo psiquiátrico y psicológico, personalidad, imagen corporal, entre otros aspectos relevantes”, comenta.

El caso de Jazz Jennings

En el mundo, existen muchos casos de niños transgénero que junto a sus cercanos, han dado la pelea para vivir conformes a su identidad.

Uno de los más emblemáticos es el de la estadounidense de 14 años, Jazz Jennings, quien al nacer fue identificada como un niño, pero a los 5 años supo que el género que le asignaron no era compatible con lo que ella sentía. En ese entonces, se le diagnosticó “disforia de género”.

La ahora adolescente, comenzó su transición para adoptar la identidad que realmente le acomodaba a los 6 años, con el apoyo de su familia.

La chica sintió la necesidad de compartir este proceso y por lo mismo subió varios videos a Youtube donde hablaba de su experiencia. Esto mismo la llevó a ser invitada a programas de la TV estadounidense, conocer a Bill Clinton y ser la persona más joven en aparecer en Out 100, una selección de personajes destacados de la comunidad LGBT.

Jennings, quien además fue elegida como una de las adolescentes más influyentes de 2014 por revista Time, escribió un libro llamado “I Am Jazz” (Soy Jazz) en 2013 donde cuenta su experiencia y le explica a los niños qué es ser transexual. “Tengo un cerebro de niña pero un cuerpo de niño. A esto se le llama transgénero, yo nací así”, escribió en su obra.

Tras esta serie de logros, la joven fue reclutada en marzo pasado como rostro de los productos de belleza Clear&Clear, además de participar en un reality con su familia para el canal TLC.

Kevin Winter | Getty Images for GLAAD | AFP

Kevin Winter | Getty Images for GLAAD | AFP

En el marco de su primera campaña para C&C llamada Mira mi verdadero yo, ella dijo que “crecer para mi fue una gran lucha, siendo transgénero… Básicamente me encerraba. Pero este año he decidido hacer el cambio y mostrarme para hacer amigos”.

“Siempre supe quien era. Era una niña atrapada en el cuerpo de un niño”, añadió en la secuencia que invita a aceptarse a sí mismo.

“Mi yo real está contento y orgulloso de quien soy, y simplemente estoy divirtiéndome con ser una más de las chicas”, puntualizó Jazz.

La idea de esta publicidad, según los creadores, era animar a “tener el valor para mostrar su verdadero yo, y entender que son únicas”. Por lo mismo, la firma llamó a los jóvenes a compartir su historia de vida en redes sociales bajo el hashtag #SeeTheRealMe.

Tras este paso, la adolescente recibió muchos comentarios positivos y por lo mismo agradeció públicamente en Twitter: “!Gracias por todo el apoyo, es sobrecogedor. Los quiero mucho”, tal como lo consignó BioBioChile.

Al respecto, Christine Connelly, representante de la Alianza LGBT de Boston, señaló que Jennigs “ha sido la primera persona joven que ha estado bajo los focos, ha ido a la televisión y ha sido capaz de articular su perspectiva y puntos de vista (de ser transgénero) con mucha inocencia”.

Andrew H. Walker | Getty Images | AFP

Andrew H. Walker | Getty Images | AFP