Los profesores franceses estaban en huelga este martes para protestar contra una reforma de la escuela secundaria, una propuesta que ha llevado a la ministra de Educación a una dura batalla política con la oposición.

La titular de Educación, Najat Vallaud-Belkacem, de 37 años, se ha visto atacada por la controvertida reforma, que concierne a la educación en los establecimientos de niños de entre 11 y 15 años.

Entre los elementos de polémica hay la propuesta de reducir la enseñanza de latín y griego, remplazando esas lenguas por una clase general de cultura clásica.

Los profesores también se muestran contrarios al nuevo plan porque prevé dar más autonomía a los colegios y consideran que esto podría discriminar a algunos alumnos en función de su establecimiento.

En Francia, pese al intento de caminar hacia la igualdad, todavía existen grandes diferencias entre los colegios de las zonas deprimidas y aquellos de las zonas más prósperas del país.

El porcentaje de abandono escolar entre hijos de trabajadores manuales es del 32%, mientras que solo el 5% de hijos de familias con profesiones liberales dejan el colegio de forma prematura.

Y el sistemas de educación francesa ha descendido puestos en el ránking de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su informe PISA revela que también es uno de los menos igualitarios del mundo.

La reforma pretende nivelar esa brecha, pero sus detractores consideran que la igualación será a la baja.

Según el sindicato nacional de docentes (SNES) que coordina la huelga, más de la mitad de los profesores de instituto participaban en la huelga este martes. El ministerio de Educación reducía la participación al 27%.

Una reforma ‘esencial’

La huelga del martes convocada por los sindicatos opuestos a la reforma es vista como el primer gran desafío para Vallaud-Belkacem, estrella ascendiente del partido socialista francés, en el poder, convertida en ministra con solo 37 años.

Esta ley la ha convertido en blanco de enormes críticas, principalmente por parte del líder de la oposición y ex presidente Nicolas Sarkozy, quien afirmó que Vallaud-Belkacem estaba compitiendo con la ministra de Justicia Christiane Taubira “para ver quién es más mediocre”.

Algunos han acusado a Sarkozy de xenofobia por atacar a ambas ministras, de origen marroquí, en el caso de la titular de Educación, y guyanés, en el de la titular de Justicia.

Pese a las críticas, Vallaud-Belkacem ha recibido el respaldo del presidente, François Hollande, y del primer ministro, Manuel Valls, quien se ha revelado como uno de sus mayores aliados.

“Estoy seguro. Esta reforma entrará en vigor tal y como fue redactada (…) tan pronto como sea posible”, afirmó un combativo Valls.

“Esta reforma es esencial”, añadió Valls, asegurando que quería rendir un “tributo especial” a los profesores de Francia. “Esta reforma es también para ellos”, subrayó.

En Francia, como otros muchos países occidentales, las políticas educativas levantan pasiones y el debate probablemente no se detenga.

La Educación es un asunto potencialmente explosivo en el país y dos de las diez mayores huelgas en la Francia de posguerra fueron por este motivo, en 1984 y 1986.

La oposición de derecha del partido UMP, liderado por Sarkozy, ha pedido que la reforma se deseche en su conjunto.