La riña donde al menos 6 gendarmes resultaron lesionados la tarde del domingo en el Centro Penitenciario Femenino de Valparaíso “es un signo evidente de que hay una crisis grave en el sistema y que no ha sido tomada en cuenta por el Estado”, indicó Joe González, presidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes, ANSOG.

A juicio del dirigente no ha habido una señal clara de poner fin a las agresiones y riñas internas que se arrastran por décadas y que se han recrudecido en los últimos cinco años.

González agregó que el cambio de gabinete y la pronta salida del director nacional de Gendarmería pronostica un escenario muy poco auspicioso.

En tanto, el director regional de Gendarmería, Ricardo Quintana, presentó una querella contra quienes resulten responsables del maltrato de obras que sufrieron los gendarmes.

Los funcionarios de Gendarmería insisten en la necesidad de contar con más metros cuadrados de infraestructura carcelaria, mayor cantidad de funcionarios y bien pagados, con ascenso y carrera funcionaria estable.

Se debe consignar que tras la riña, donde internas habrían arrojado agua caliente e intentaron atacar a las funcionarias de custodia con armas corto punzantes, resultaron con lesiones de menor gravedad dos funcionarias y la jefa del Centro Penitenciario Femenino. Además de otros 3 funcionarios y una gendarme de la Unidad de Servicios Especiales Penitenciarios (USEP).